Naciones Unidas.- La Asamblea General de Naciones Unidas condenó el miércoles en una votación abrumadora el embargo económico impuesto por Estados Unidos a Cuba por 32do año, después de que el ministro de Relaciones Exteriores de la isla caribeña lanzó fuertes críticas contra el gobierno del presidente Joe Biden y expresó su esperanza en que el nuevo mandatario ponga fin a la medida.

La votación entre los 193 miembros del organismo fue de 187-2, en la que sólo Estados Unidos e Israel votaron en contra de la resolución, y un país se abstuvo. Igualó el récord de apoyo a la nación caribeña que se alcanzó por primera vez en 2019 y nuevamente el año pasado.

El Ministro de Relaciones Exteriores cubano, Bruno Rodríguez, culpó a la política de “máxima presión” del gobierno de Estados Unidos, con el propósito de privar a Cuba del combustible importado del que depende para hacer frente a los apagones generalizados que ha sufrido este mes.

Precisó que los daños de 18 días de bloqueo a la economía cubana suman 252 millones de dólares, “un dinero que el país ha perdido o dejado de recibir y que bastaría para asegurar mantenimiento a termoeléctricas evitando así los cortes de energía”.

Las resoluciones de la Asamblea General no son legalmente vinculantes, pero reflejan la opinión a nivel mundial, y la votación le ha dado a Cuba un escenario anual para demostrar que Estados Unidos no cuenta con apoyo en sus esfuerzos de varias décadas con el fin de aislar a la nación caribeña.

Cuba ha tenido que lidiar con una de las peores crisis económicas y energéticas de su historia. Además de una serie de apagones, los ciudadanos están frustrados por la escasez de alimentos y la inflación. Cientos de miles han emigrado, muchos de ellos hacia Estados Unidos.

El embargo fue impuesto en 1960 luego de la revolución que encabezó Fidel Castro y la nacionalización de propiedades pertenecientes a ciudadanos y corporaciones estadounidenses. La medida se fortaleció dos años después.

El entonces presidente cubano Raúl Castro y su homólogo estadunidense Barack Obama restablecieron oficialmente las relaciones en julio de 2016, y ese año Estados Unidos se abstuvo por primera vez en la resolución que pedía el fin del embargo. Pero el sucesor de Obama, Donald Trump, criticó duramente el historial de derechos humanos de Cuba, y en 2017 Estados Unidos volvió a votar en contra de la resolución, tal como lo ha hecho desde entonces.

El embajador adjunto de Estados Unidos ante la ONU, Paul Folmsbee, dijo a la asamblea que su país apoya firmemente la búsqueda del pueblo cubano de un futuro que respete los derechos humanos y las libertades fundamentales.

“Las sanciones son un elemento de un esfuerzo más amplio por nuestra parte para impulsar la democracia y promover el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales en Cuba”, subrayó.

Señaló que unos mil presos políticos han sido detenidos injustamente en Cuba, más que en cualquier punto de la historia reciente de la isla.

Folmsbee dijo que las sanciones estadunidenses eximen alimentos, medicinas y otros bienes básicos y que Estados Unidos exportó productos agrícolas con valor de casi 336 mdd y autorizó exportaciones humanitarias adicionales el año pasado.

En mayo, Estados Unidos levantó algunas restricciones financieras contra Cuba en un intento por impulsar los negocios privados en la isla. Esto incluyó permitir que los empresarios independientes abran y accedan a cuentas bancarias estadunidenses en línea para apoyar sus negocios, así como medidas para abrir más servicios basados en internet y expandir la capacidad de las empresas privadas para realizar ciertas transacciones financieras.

Rodríguez dijo que Cuba ha perdido más de 16 mil millones de dólares durante la presidencia de Biden y que las medidas anunciadas en el último año “como supuestos paliativos” al embargo no son efectivas.

El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, celebró el resultado de la votación.

“El pequeño David volvió a vencer al gigante Goliath”, escribió el mandatario en su cuenta de X. Cuba “ha vuelto a derrotar al imperio vecino que, seguramente, ignorará con prepotencia la demanda mundial, pero la dignidad de este pueblo y la solidaridad universal han vuelto a derrotarlo”.