Morelia.- Para el cinefotógrafo mexicano Rodrigo Prieto, lo importante no es dejar un sello personal inconfundible en cada película, sino llegar a lo que hay en la mente de cada uno de los directores con los que colabora.

“Tratar de entender cuál es su mundo, cuál es su intención y entonces yo tratar de convertirme en un vehículo”, dijo. “Eso, lejos de lastimar mi ego, creo que es lo contrario, como que me permite extender mi persona y meterme en una forma de ver las cosas que quizá no es la mía… Pero entonces descubro algo que expande mi creatividad”.

Prieto es uno de los invitados de honor en el Festival Internacional de Cine de Morelia, en México, y el domingo compartió algunas de sus experiencias en películas mexicanas y de Hollywood con un grupo de jóvenes.

Ha sido fotógrafo de filmes como “Barbie”, “Brokeback Mountain” (“Secreto en la montaña”), “The Irishman” (“El irlandés”), “Silence” (“Silencio”), “Amores perros”, “Babel”, “Un embrujo” y el premiado video musical “Fortnight” de Taylor Swift.

Su debut como director es “Pedro Páramo”, basada en la novela homónima de Juan Rulfo, un clásico de la literatura mexicana y Latinoamericana del siglo XX, que se estrena el 6 de noviembre en Netflix.

Compartió detalles de su quehacer fílmico, iniciado desde que tenía unos 10 años cuando hacia historias de monstruos y fantasmas en Super-8, hasta su trabajo con directores como Martin Scorsese, Alejandro G. Iñárritu y Ang Lee que le ha valido ser nominado cuatro veces al Oscar, la más reciente en la pasada edición por “Killers of the Flower Moon” (“Los asesinos de la luna”).

“Todas esas experiencias de lugares, de gente, para mí es de alguna manera como espiritual, porque te conecta con el universo, toda la infinidad de universos que somos los seres humanos, y darte cuenta finalmente que todos somos lo mismo”, señaló.

Prieto consideró una fortuna que, con su destacada trayectoria, haya llegado al punto en el que puede elegir los proyectos en los que colabora, pero recordó que comenzó desde los peldaños más bajos como asistente de dirección llevando cafés y más adelante como cinefotógrafo de todo tipo de proyectos.

“Esos cafés que yo traje con buena gana y buen humor, alguien dijo; ‘¡Ah! Ese güey tal vez pueda hacer esa otra cosa’. Y cuando te ven que tienes tu corazón en lo que haces, sabes que ese corazón va a estar en otra cosa”.

Además, desmintió que en los niveles de producción internacional de Hollywood no existan limitaciones para los filmes como las que puede haber en una película latinoamericana independiente.

“Lo que me he dado cuenta es que no importa el nivel, siempre hay más ambición que lo que da el presupuesto”, dijo. “Ustedes ven por ejemplo ‘Barbie’ y dirán ‘hacían lo que querían’ ¡Mentira! En ‘Barbie’ sufríamos fuertemente y hasta a mí me daba coraje y decía ‘es misógino’, porque yo veía a ‘Aquaman’ ahí junto, y (a ellos les decían) ‘lo que quieran, tomen, tomen’”

“Siempre hay limitantes, el presupuesto es una limitante. Hay que trabajar dentro de esos parámetros”, agregó.

Sobre su trabajo en “Pedro Páramo” dijo que le encantó el foco y la concentración que implicó dirigir y hacer al mismo tiempo la fotografía.

“Era compaginar el rollo visual con el rollo actoral; finalmente todo está mezclado, para mí no lo puedes separar. Por eso yo siento las películas que fotografío, que también soy coautor de esa película, me siento totalmente parte de la creación final de la película”, dijo.

“Lo bueno es que el director con el que trabajé en Pedro Páramo sí me hacía caso”, bromeó en otro momento.

Al ser jóvenes los invitados a la charla, no faltó quien le pidiera consejos para cineastas en ciernes que sueñan con ganar un premio de la Academia.

“La meta es ‘¿qué quieres contar ahorita, qué ideas tienes en este momento?’ Ármalas, fílmalas como puedas, con tu teléfono, lo que sea, encuentra la manera de editarlo y así irás aprendiendo, pero ese proceso es lo que te invito a que disfrutes”, dijo.

“Me acuerdo en la escuela, esperando… Pasaban como dos semanas en lo que se revelaba (el filme) y en lo que por fin podías verlo en pantalla, entonces ese nervio y esa emoción la siento todavía; más bien siento que perder eso sería algo muy triste, entonces te invito a disfrutar cada momento de tu trayectoria”, dijo.