Los manifestantes empezaron a marcharse la madrugada del domingo de un campamento propalestino en la Universidad del Sur de California (USC, por sus siglas en inglés), tras ser rodeados por la policía y advertidos de que se arriesgaban a ser detenidos si no se iban.

La operación de desalojo, organizada unos días antes de que comenzaran los actos de graduación en el campus en Los Ángeles, se producía después de que la universidad dijera que agentes de seguridad del campus, asistidos por la policía de Los Ángeles, estaban despejando la zona y cualquiera que no obedeciera podría ser detenido.

“Si usted está en el centro del campus, por favor márchese. La gente que no se marche podría ser detenida”, dijo la USC en la plataforma social X.

Imágenes en vivo emitidas por periodistas estudiantiles mostraba el campamento vacío mientras la policía formaba una línea para alejar a los manifestantes que quedaban e impedir que la gente regresara al lugar.

El campamento se había reinstaurado después de que la policía de Los Ángeles detuviera a 93 personas en una primera intervención el 24 de abril. El ambiente en el campus de la universidad privada se había mantenido tranquilo en su mayor parte, mientras la atención se concentraba en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).

En la Universidad de Virginia, 25 personas fueron arrestadas el sábado por invadir la propiedad privada después de que la policía se enfrentó con manifestantes propalestinos que se rehusaron a retirar tiendas de campaña del campus, mientras que inconformes en la Universidad de Michigan gritaron consignas contra la guerra y agitaron banderas durante las ceremonias de fin de curso.

La USC, ha registrado protestas estudiantiles por la guerra en Gaza y por la decisión de sus responsables de cancelar el discurso en la ceremonia de graduación del representante de los alumnos, un estudiante musulmán que había expresado su apoyo a los palestinos. La universidad tomó esa decisión a mediados de abril alegando motivos de seguridad tras haber recibido amenazas. Algunos grupos judíos habían criticado la elección de ese estudiante como orador.

Los administradores de la universidad cancelaron después el principal acto de graduación previsto para el 10 mayo, en el que se esperaba que 65.000 personas se congregaran para homenajear a los graduados. Aún se mantenían los planes para otros actos de fin de curso, como ceremonias de facultades y escuelas concretas, entre el jueves y el domingo. Desde finales de abril se ha restringido el acceso al campus de personas no afiliadas a la universidad.

Imágenes compartidas el sábado por la noche en internet mostraban manifestantes entonando canciones y cánticos tranquilos entre expectativas de una intervención policial. El campamento se armó en un espacio verde del campus, donde se levantaron docenas de carpas rodeadas por una cerca improvisada cubierta de carteles con mensajes de apoyo a los palestinos y críticas a la universidad y las fuerzas de seguridad.

Un representante de la universidad leyó un comunicado cerca del campamento el sábado indicando que debían marcharse, según Annenberg Media, y dijo que el campamento y actos de vandalismo no especificados, así como el robo de propiedad de la universidad, iban en contra de la ley.

Docenas de contramanifestantes se instalaron el viernes por la mañana fuera del campamento y reprodujeron en una pantalla imágenes del ataque de Hamás contra Israel del 7 de octubre, indicó Annenberg Media.