Ciudad Juárez.- A una semana de que a esta fronteriza Ciudad Juárez le pegue de lleno el espíritu navideño y de que se tengan que prender todos los árboles de la localidad, hay quienes ya arrancaron con sus compras navideñas. No obstante, aún y cuando ya se tienen listas de regalos, los juarenses siguen metidos en una encrucijada: gastar o no gastar.

De acuerdo con la firma consultora de mercado inglesa Kantar, el mexicano promedio gasta cerca de 4 mil 800 pesos en regalos durante la temporada decembrina. Compra cerca de 27 presentes de tamaño y de valor altamente variable. Todavía sin llegar al último mes del año, en Juárez ya hay quienes se pasaron de esa cuenta sin si quiera haber terminado sus compras.

¿Cuánto llevamos?

En un sondeo realizado por NetNoticias, 11 de 20 encuestados señalaron gastar hasta la fecha por lo menos 4 mil pesos en regalos, a falta de más compras.

Por otro lado, ocho de los cuestionados dicen haber invertido una cantidad considerablemente menor, entre los mil 200 y los 2 mil pesos.

Uno más dijo haber cargado 7 mil pesos a su cuenta de crédito para sus presentes navideños.

“Yo creo que gastado, debo en la tarjeta como unos 4 mil pesos en regalos nada más. Casi todo es ropa, pero todavía faltan cosas. Lo que si es más cómodo es que ahora puedo pedirlo todo por internet y no tengo que ir a las tiendas”, señala Francisco, padre de familia con dos hijos.

De acuerdo con los expertos en economía, parte del adelanto en las compras navideñas se debe a las promociones del Buen Fin acontecido hace una semana, y que dejó ganancias totales de 3 mil 600 millones de pesos solo en Juárez, según cifras de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), 100 millones más de los previstos originalmente.

No obstante, los conocedores de la materia señalan que los gastos no suelen estar dirigidos a los conocidos como “bienes duraderos”, es decir, aquellos como los muebles, los electrodomésticos y los automóviles.

No se animan a gastar

“No gastamos en bienes duraderos. No se compran refrigeradores, salas, muebles en general, cosas del hogar, no se compran vehículos. Compran ropa, trastes, juguetes, pero no cosas que tengan un valor verdaderamente duradero.

La conducta de consumo mejora, el nivel adquisitivo también, pero no mejora el consumo de este tipo de bienes, no es algo que se tenga en mente”, explica para NetNoticias el economista y presidente de la Instituto Mexicano de Ejecutivos Financieros (IMEF) de Ciudad Juárez, Alejandro Sandoval.

Si bien, el salario mínimo volvió a aumentar en esta frontera en un 20 por ciento para inicios de 2024 (llegando hasta los 374.98 pesos diarios), se teme que esta cantidad no sea la suficiente para la adquisición de propiedades con alta durabilidad.

A esto también se le suma que el salario no se incrementó para los trabajadores de medianos ni altos niveles económicos.

“Ahora hubo Buen Fin y hubo promociones en televisiones y en ese tipo de cosas, ese es nada más un momento en el tiempo, no es algo que pase todo el año. Es una exaltación al consumo de bienes duraderos. Eso hace pensar que el mexicano si le está agarrando confianza a su nivel económico y a sus ingresos, pero no se anima a gastar. Por un lado, por desconfianza: en el gobierno, en sus vidas, en el gobierno de Estados Unidos o por cualquier otra razón. Por el otro lado puede ser que esa mejora económica del salario mínimo sea tan limitada que no alcance para bienes duraderos” dice Sandoval.

Existe también el factor de una sociedad, no solo juarense, sino mexicana en general, que sigue teniendo miedo y sigue desconociendo el uso apropiado de sus tarjeteas de débito y de crédito, si es que se tienen.

Miedos al plástico

Para estas fechas, en las que se comienzan a ver reflejados aguinaldos y ahorros junto con los pagos habituales, no es poco común que los trabajadores de menores ingresos retiren todos los fondos de sus cuentas de nómina para disponer de sus ingresos en efectivo. Esto por miedo a posibles cobros de comisiones que en la gran mayoría de los casos no existen.

“Hoy en día, de los 22 millones de trabajadores registrados en el IMSS, casi todos reciben su nómina por vía tarjeta bancaria, y sin embargo la conducta sigue siendo ir a vaciar la cuenta del cajero para tener el dinero en efectivo en la mano y de ahí no se puede pasar a una tarjeta de crédito para hacer crecer oportunidades, comprar una casa o un carro. Recuerdo anécdotas de los noventas en donde decían que el banco te quitaba tu dinero y cosas por el estilo. El banco cobra comisiones, pero no en tarjetas expresamente de nómina con un contrato de nómina. Teóricamente eso no tendría por qué suceder, pero si sucede, hay mecanismos de defensa para el consumidor”, añade Sandoval.

De igual manera, preocupa a los economistas el uso de tarjetas de bancos virtuales como el brasileño NuBank o de las marcas de tecnologías financieras (FinTechs), como la compañía hidalguense Plata. Esto pues, a pesar de facilitar el acceso a créditos, suelen ser contratadas con mucha facilidad a través de redes sociales por quienes tiene poco o nulo conocimiento sobre el manejo de cuentas.

Súmele la cena y lo que falte

A todo lo ya mencionado, se le tiene que agregar el gasto de la cena, gasto que, según Canaco, llegó hasta los 2 mil 500 pesos en promedio el año pasado.

Hay quienes con el paso de la pandemia por covid-19 han optado por pedir cenas preparadas a través de servicios como Uber Eats o la entrega a domicilio de las propias empresas especializadas.

A pesar de ahorrar tiempo, se puede cobrar lo mismo o poco más por gastos de entrega.
En total, de juntar lo que se ha gastado más la cena, la suma podría llegar hasta los 6 mil 500 pesos, más lo que se acumule.