Arlington.- Los abucheos por parte de un público que quería más acción arreciaron cuando Jake Paul bajó los guantes, justo antes del último campanazo, e hizo una reverencia a Mike Tyson, de 58 años.

El homenaje a uno de los mejores púgiles de la historia no persuadió a los aficionados que atestaron el graderío del estadio de los Cowboys de Dallas.

Paul superó el viernes por decisión unánime a Tyson en una pelea que no estuvo a la altura de la publicidad que rodeó el enfrentamiento entre un joven YouTuber convertido en boxeador y el excampeón de los pesados de 58 años.

Todo el odio mutuo expresado durante la preparación previa a la pelea desapareció. Paul incluso se detuvo en el combate para hacer la reverencia.

La pelea no fue apretada en las tarjetas de los jueces. Uno dio a Paul una ventaja de 80-72 y los otros dos evaluaron 79-73.

“Vamos a reconocer a Mike”, dijo Paul en el cuadrilátero, sin mucha respuesta del público que comenzó a marcharse cuando se anunció el fallo. “Es el mejor de la historia en esto. Lo admiro. Él me ha inspirado”.

Tyson se lanzó sobre Paul inmediatamente después de la campana inicial y asestó un par de golpes rápidos, pero no intentó mucho más el resto del camino.

Ni un menor número de asaltos con una duración más breve pudo traducirse en mucha acción para un veterano de 58 años, en su primera pelea profesional sancionada en casi dos décadas, enfrentándose a un novato en el boxeo con esperanzas de luchar por campeonatos en el futuro.

Paul fue más agresivo después del inicio explosivo de Tyson en los primeros segundos, pero los golpes no fueron muy eficientes. Hubo bastantes puñetazos poderosos pero fallidos.

“Traté de hacerle algo de daño”, afirmó Paul. "Me asustaba que él pudiera herirme. Yo traté de hacer lo mismo. Hice mi mejor esfuerzo".

Tyson principalmente se replegó y esperó a que Paul se acercara a él, con algunas excepciones.

Fue bastante mejor la otra pelea que encabezó la cartelera, en que la irlandesa Katie Taylor retuvo su campeonato superligero indiscutido con una decisión polémica sobre la boricua Amanda Serrano, tras un duelo sangriento.

La de Tyson fue su primera pelea oficial desde 2005. Paul comenzó a pelear hace poco más de cuatro años.

“No probé nada a nadie esta noche, solo a mí mismo”, dijo Tyson. “No soy uno de esos tipos que buscan complacer al mundo. Yo solo me alegro con lo que puedo hacer”.

El pleito estaba originalmente programado para el 20 de julio, pero tuvo que ser pospuesto cuando Tyson fue tratado por una úlcera estomacal después de enfermarse en un vuelo.

Los reguladores del estado de Texas aprobaron el combate con ocho asaltos limitados a dos minutos. Tyson y Paul, de 27 años, también usaron guantes más pesados, lo que en teoría limita la potencia de los golpes.

Tyson se retiró del boxeo con un récord de 50-6 y 44 nocauts después de perder contra Kevin McBride hace 19 años. Paul debutó como boxeador profesional hace cuatro años y tiene un récord de 10-1 con siete nocauts, peleando principalmente contra exponentes de las artes marciales mixtas y boxeadores veteranos.

Tyson dijo que su exhibición entretenida contra Roy Jones Jr. sin aficionados durante la pandemia en 2020 le hizo creer que podría volver a pelear de verdad. Se mostró irritado con la publicidad creciente a medida que avanzaba la semana de la pelea, y le dio una bofetada a Paul para abreviar el careo durante el pesaje el jueves por la noche.

Según informes, Paul recibirá 40 millones de dólares por 20 millones que se le otorgarán a Tyson. Paul mencionó esa cifra durante una conferencia de prensa de promoción de la pelea en el verano. Tyson ha tenido un historial amplio de problemas legales y financieros, pero dijo que no estaba peleando con Paul por el dinero.