Ciudad Juárez.- Miguel “Mickey” Román puso broche de oro a la noche de boxeo con una victoria por demás contundente sobre el sudafricano Tshifhiwa “Atomic Spider” Munyai.

El pleito en la división de los súper pluma quedó envuelto en las dos banderas: tanto la de la república que liberó Nelson Mandela como la de los héroes que nos dieron patria.

No obstante, arriba del encorado la cosa fue mucho menos romántica y con tintes como de carnicería en vez de pelea de box.

La tónica del combate fue por demás sencilla, el africano era duro de roer y aguantaba con singular alegría, pero tenía la movilidad de un parapléjico y se tragó enteros gancho tras gancho a las regiones blandas.

Aquella cosa que empezó como el más puro de los estoicismos era la representación de la pasión de Cristo para cuando avanzó la contienda. Todo sin derramar una gota de sangre, Munyai se doblaba pero no se caía

Ya para el quinto la escena era tétrica de ver. El africano no tenía si quiera entereza para sentarse en su propio esquina. El castigo seguía cayendo a cántaros y al tercero sobre la superficie no se le veía ninguna intención de parar el asunto.

Al sexto Mickey daba bola. No sabemos si por gusto y por simple compasión. Pegaba menos pero no por eso más quedito. Eso sí, metía un golpe bajo de lleno, el referí hacía mutis.

Llegaba al séptimo asalto y ahora si el árbitro se compadecía de Munyai y lo mandaba a revisar por el doctor. Este último ni caso le hizo y lo mandó a pelear. Todo esto para que se cayera ante el castigo segundos más tarde y ni así le pararan el combate.

El octavo no lo escribimos por qué nosotros SI nos íbamos a apiadar del africano. Más de lo mismo, más castigo y una pelea interminable.

Terminábamos el noveno capítulo con los gritos de “Mickey Mickey” que retumbaban por toda la zona centro. El penúltimo también lo sobrevivía el sudafricano por obra, gracia y cortesía del espíritu santo.

Los últimos tres minutos eran mero trámite. Los jueces daban una decisión más que unánime y así se acababa todo. Ganaba el Mickey Román.