Tokio.- Fuertes lluvias azotaron el sábado la región de Noto, en el centro norte de Japón, lo que provocó deslizamientos de tierra y desbordes de ríos, inundando casas y dejando varados a algunos residentes de la región que aún se recuperan de un sismo mortal de este año.

La Agencia Meteorológica de Japón emitió el nivel más alto de lluvias intensas en varias ciudades de la prefectura de Ishikawa, incluida Wajima, la más afectada, donde, de acuerdo con las autoridades, una persona estaba desaparecida.

Al menos 12 ríos en Ishikawa se desbordaron a última hora de la mañana del sábado, según el Ministerio de Tierras e Infraestructura. Se instó a los residentes a extremar las precauciones ante posibles deslizamientos de tierra y daños a edificios.

Se pronostican hasta 20 centímetros de lluvia en la región en las próximas 24 horas hasta el mediodía del domingo, debido a las bandas de lluvia que provocan precipitaciones torrenciales sobre la región de Hokuriku, afirmó la JMA.

“Las fuertes lluvias están azotando la región que había sido gravemente dañada por el terremoto de Noto, y creo que mucha gente se siente muy intranquila”, dijo el secretario jefe del gabinete, Yoshimasa Hayashi.

Hayashi reiteró que el gobierno “da prioridad a la vida de las personas” y que su prioridad son las operaciones de búsqueda y rescate. También pidió a los residentes que presten mucha atención a los últimos avisos meteorológicos y de evacuación y que tomen precauciones con antelación, añadiendo que las tropas de la Fuerza de Autodefensa han sido enviadas a Ishikawa para unirse a las tareas de rescate.

Hasta el momento no se han reportado heridos por las fuertes lluvias. Pero muchas casas se inundaron y algunos residentes de dos distritos de Wajima quedaron varados tras los deslizamientos de tierra, según la prefectura. También quedaron bloqueadas varias carreteras inundadas por agua fangosa. Hokuriku Electric Power Co. informó que alrededor de 6.500 hogares se quedaron sin electricidad.

También se registraron fuertes lluvias en las cercanas prefecturas norteñas de Niigata y Yamagata, amenazando con inundaciones y otros daños, de acuerdo con las autoridades.

Un sismo de magnitud 7.6 sacudió la región el 1 de enero, matando a más de 370 personas y dañando carreteras y otra infraestructura clave. Sus consecuencias todavía afectan la industria, la economía y la vida cotidiana locales.