La diosa Fortuna le ha sonreído a Bertha Alcalde Luján. La hermana de la secretaria de Gobernación (Luisa María) e hija de una de las fundadoras de Morena (Bertha Luján) ha sido incluida en la terna de aspirantes a ocupar una plaza como ministra en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) tras la renuncia de Arturo Zaldívar.

Bertha Alcalde proviene de una familia de abogados. Su madre es chihuahuense y se ha codeado con el presidente Andrés Manuel López Obrador en diversos momentos. Su perfil de izquierdas le ha valido para estar dentro del gobierno federal, primero en la SSPC y luego en la Cofepris, con un paso intermedio como delegada de Bienestar en Chihuahua.

Si bien las intenciones de la abogada están respaldadas por el servicio público y su preparación académica en instituciones nacionales e internacionales, su cercanía con el poder y las bases de Morena pueden ser su talón de Aquiles. Ahí es donde los opositores pueden atacar para frenar sus aspiraciones.

El presidente AMLO la ha propuesto junto con Lenia Batres y María Estela Ríos para ocupar el cargo que deja Zaldívar, quien ya está del lado de Claudia Sheinbaum. El Senado de la República tiene que analizar los tres perfiles para determinar quién está mejor preparada para el cargo en el máximo tribunal.

La elección no será fácil, empezando porque es el presidente quien hace la propuesta, y después porque tomar una decisión como esa no se debe tomar a la ligera. La discusión, la discrepancia y la presión serán elementos claves en este proceso para elegir a la próxima ministra. Eso es seguro.


A quien se le acabó la suerte esta semana fue a la alcaldesa de Nuevo Casas Grandes, Cynthia Ceballos Delgado. La Fiscalía Anticorrupción de Chihuahua la detuvo por una investigación de peculado agravado. La orden se cumplió meses después de que los municipales fueran desarmados y cuestionados sobre su integridad.

Las irregularidades se desbordaron en la localidad y ella ha sido quien está pagando los daños. Ahora nadie la quiere respaldar, que se las arregle como pueda. Los primeros en deslindarse fueron los morenistas encabezados por el contestatario diputado Cuauhtémoc Estrada Sotelo.

El líder de la bancada aseguró que la imputada nunca perteneció a Morena. Aseguró que si llegó al poder fue con respaldo del PT, partido al que renunció para declararse una política independiente, claro cuando ya había sido electa ya había encontrado estabilidad en el puesto.

Sin embargo, el morenista le dio el beneficio de la duda, y si Abelardo Valenzuela y compañía tienen algo en contra de Ceballos, que lo comprueben, y si no, difícilmente las cosas volverán a ser como antes pero se respetó el debido proceso. En tanto, un juez de Control ya le dictó un año de prisión preventiva a la otrora alcaldesa.


Ha terminado una era para Xóchitl Gálvez Ruiz en el Senado de la República. El miércoles se despidió de sus compañeros porque a partir de la siguiente semana se enfocará en la precampaña presidencial. Aunque todavía tiene restricciones, ahora solo se preocupará por la actividad proselitista.

Antes de irse, la panista lanzó una última propuesta: la regulación de los gobiernos de coalición y que el poder político en México se ejerza de forma transparente, democrática y horizontal. En teoría debería ser así, pero si hay una propuesta para aplicar una ley, es señal que no se está cumpliendo.

Así, la virtual candidata del Frente Amplio se ha despedido de los asuntos legislativos, pues busca figurar en las intenciones de votos. En el caso de Juárez, los panistas ya promueven el nombre de Gálvez en las calles y su trabajo realizado en el Senado. Están a morir con ella.