Los microplásticos se están convirtiendo un problema de contaminación cada vez más preocupante a medida que se han encontrado cada vez más en el agua y alimentos que consumimos, uno de estos hallazgos más reciente ha sido encontrado en los charales comercializados en México.

Un reciente estudio, publicado en Environmental Pollution, analizó la presencia de microplásticos en 25 productos de pescado seco de dos especies de agua dulce (Chirostoma jordani y Chirostoma Pátzcuaro), conocidas como charales, que son consumidos principalmente como botana y se comercializan en supermercados, puestos ambulantes y mercados locales de México.

“Encontramos microplásticos en todas las muestras examinadas, las cuales fueron tomadas de productos comercializados en Ciudad de México, en cuatro supermercados, tres vendedores ambulantes y 18 mercados tradicionales de productos agrícolas”, explicó Shruti Venkata Chari, investigadora del Departamento de Biotecnología y Bioingeniería y coautora del artículo.

Además, la mayoría de los plásticos encontrados en las muestras de pescado seco (charales) corresponden al poliéster, poliestireno, viscosa y nailon. Esto indica que provienen de fibras sintéticas utilizadas en la industria textil, las cuales se desprenden de la ropa durante el lavado y llegan al ambiente a través de las aguas residuales.

a mayoría de los productos analizados contenían alrededor de 15 piezas de microplásticos por gramo, siendo las formas más frecuentes: la fibra, seguida del fragmento, película y esfera.

De acuerdo con Gurusamy Kutralam Muniasamy, posdoctorante en el Cinvestav y primer autor del artículo, los resultados del trabajo indican que los plásticos encontrados llevan mucho tiempo en el ambiente y se han degrado hasta ser microscópicos. Por lo tanto, señaló, nuestros hallazgos sobre la existencia de microplásticos en el pescado seco, sugieren la necesidad de llevar a cabo estudios toxicológicos acerca de los posibles riesgos para la salud humana derivados de la ingesta de este alimento.