Guadalajara.- Las Bravos de Ciudad Juárez igualaron ante los Zorros Rojinegros del Atlas 1-1 de visitantes la tarde de este sábado, en la cancha del estadio Jalisco.

Hacía calor en la Perla Tapatía y el Estadio Jalisco dejaba ver lo avejentadas de sus gradas con la poca gente. Adonai Escobedo no ponía en orden el reloj y obligaba a todos a hacer una salida en falso. Así arrancaban las hostilidades entre los Rojinegros del Atlas y los Bravos de Ciudad Juárez.

Al minuto cinco la cosa ya se acomodaba por el orden natural que le correspondía: Bravos estaba muy encima con ayuda de un "Puma" Chávez que buscaba a Jairo Torres en el área grande. A este último no parecía pesarle tener de frente a su ex equipo.

Era el propio Jairo el que ponía la primera de peligro 10 minutos más tarde. Raso el disparo que acababa en las manos de Camilo Vargas. Apenas al 21 se animaban los locales con un centro de Eduardo Aguirre que Rivaldo Lozano no alcanzaba a rematar. De ahí en más no pasaba nada: se nos volvía lento, muy lento el menester.

El encierro de los muchachos de Gonzalo Pineda era casi total. Se tiraban para atrás y repartían patadas hacia todos lados para el enojo de Martín Varini.

Entre los contactos se llevaban puesto a Ralph Orquiín que caía como soldado de plomo y le ponía a los fronterizos una de peligro a 10 minutos del entretiempo, justo a la orilla del área. No pasaba nada más porque Camilo Vargas metía las manos. Todos los verdes pisaban medio campo y la cosa no parecía ser cuestión de “cómo” sino de “cuándo”.

Lo de los rojinegros era tan pero tan deficiente al ataque que la única contra que tuvieron se fue directamente a la basura. ¿Por qué? Por qué Aldo Rocha puso un pase impecable y Urus Durdevic se cayó en su intento de rematar.

A eso del 41 Guillermo Castillo (Que no se llama así, pero así nos dijo que le dijéramos) prendió la bola con toda la parte interna y para su desgracia mandó el esférico a Zapopan.

Así nos íbamos al medio tiempo, sin mucha emoción y sin gol alguno: 0-0 entre Zorros y Caballos.

Señor me has mirado a los ojos

Tres minutos duraba el cero en el segundo tiempo. Todo esto porque Guillermo le pegó de tres y ahora si le atinó al arco. Botó chistoso la número cinco y resultó imposible para Vargas que no le pudo meter las manos. 0-1 ganaba Juárez al 48.

Llegábamos a la hora y para el infortunio de los aficionados que hicieron el viaje al FC Juárez se le salía la costumbre de dejar la iniciativa. Claro que de buenas a primeras no era mucha bronca porque el Atlas no hacía mucho con la bola. Denzell García era una aspiradora desde su bando, no pasaba nada por su costado.

El primer cambio era del FC Juárez. Posición por posición: salía Zaldívar y entraba Óscar Estupiñán que todavía no sabía si pisar fuerte con aquello de la fascitis plantar.

Esos mismos cinco que hicieron el trayecto desde las tierras de Juan Gabriel hasta Guadalajara se quedaron mudos cuando Matías Cóccaro se topó con un balón filtrado que le metió entre las piernas a Sebastián Jurado. 1-1 al 65, sonaba la marimba en el añejo Jalisco.

Nos quedaban 20 por jugar y los equinos les empezaba a apurar su propia falta de intensidad. El rojinegro por su parte estaba más que cómodo: el mísero empate le sabía a campeonato del mundo.

Al 75 hasta el "Mudo" Aguirre se animaba a cruzar el disparo para buscar el marco de Jurado. Sin éxito, por con una amenaza latente y un Atlas que era más, mucho más que los fosforescentes. Eso sí, Diego Campillo devolvía la cortesía con un trallazo criminal al travesaño.

Tenía Juárez pinta para volver a tomar ventaja hasta que Moisés Mosquera (Por que no podía ser otro) le pegó una patada a la rodilla a Durdevic dentro del área. La decisión de penal quedó en suspenso hasta que Adonai Escobedo fue al VAR y dijo “no hay falta, contacto mínimo”. El entarimado se lo tragaba vivo, Bravos se salvaba de milagro.

A todo esto, el cronómetro ya marcaba el 85 y el serbio se avivó con una descolgada para marcar un gol que el asistente mandaba anular. Los pitos al señor cantante parecían no tener fin.

Ya en la compensación y en pleno modo “a lo Atlas” Mosquera otra vez empujaba, otra vez marcaba un penal y otra vez el cantante se hacía de la vista gorda. Se escurrían los segundos y Adonai Escobedo ya traía cara de querer irse escoltado del estado de Jalisco.

Cumplió su deseo al 95 y tantito más, silbando finiquito el 1-1.