La Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) de nuestra querida ciudad Juárez lleva a cabo un operativo que, si bien se trata de una acción bien intencionada, deja en evidencia una vez más las complejidades de la administración del agua en la ciudad.
En un reciente comunicado, la dependencia informó sobre su "operativo de búsqueda de purificadoras de agua potable con giro incorrecto", se trata de un esfuerzo para garantizar que las empresas purificadoras y expendios de agua cumplan con las regulaciones comerciales adecuadas.
Según el reporte, en los meses de septiembre y octubre, el personal de la JMAS, bajo el nombre de "Los Guardianes del Agua", visitó 47 establecimientos, detectando 12 con giros incorrectos que requerían reclasificación para ajustar sus facturas a los consumos reales, es decir, hacen su gran negocio vendiendo el agua, sin pagar el costo correspondiente, dado que no es lo mismo la tarifa habitacional que la comercial.
Este tipo de operativos, aunque necesarios para asegurar que los negocios cumplan con las normativas, también pone de relieve la falta de claridad y control que aún existe en el sector del agua en Juárez. La cantidad de establecimientos que operan con giros incorrectos no es una sorpresa, pero sí plantea la pregunta de por qué estas situaciones no se habían detectado antes.
Además, la JMAS informó sobre la clausura de 36 tomas de agua sin contrato, haga de cuenta que estaba el tubo directo del agua, sin medidor de por medio que indique qué tanto se ha consumido, lo que, aunque suena a una acción contundente, también resalta que este tipo de operativos o supervisiones no se hacían en administraciones pasadas.
La estrategia de permitir denuncias anónimas a través de WhatsApp, acompañadas de fotos y videos, es un paso positivo en la participación ciudadana, pero también nos deja pensando sobre la responsabilidad compartida que deben asumir tanto las autoridades como la población.
Si bien el control sobre las purificadoras y el uso adecuado del agua es fundamental, es igualmente importante que las autoridades se enfoquen en una gestión más eficiente y transparente del recurso, que siga los mismos estándares de vigilancia y responsabilidad que ahora aplican sobre los comercios. En este sentido, la "caza de purificadoras" podría ser solo el inicio de una reforma más profunda en la gestión del agua en Juárez, un recurso que, como todos sabemos, es mucho más que un simple negocio, al menos esa debería ser la idea…