Los Ángeles. - El gobierno de Estados Unidos tiene planeado reducir parte de los 8 mil 500 mdd en fondos federales que habían sido asignados a Intel para la construcción de plantas de chips informáticos en distintas partes del país, de acuerdo con tres personas al tanto del asunto que hablaron bajo condición de anonimato a cambio de discutir conversaciones privadas.
La decisión es en buena medida un derivado de los 3 mmdd que la compañía también recibe por su distribución de chips informáticos para las fuerzas armadas. El presidente Joe Biden anunció en marzo un acuerdo para proporcionar a Intel hasta 8 mil 500 mdd en financiación directa y 11 mm en préstamos.
Los cambios en la financiación de Intel no están relacionados con el historial financiero de la compañía ni sus logros, indicaron a The Associated Press las fuentes. La empresa de chips anunció en agosto una reducción del 15 por ciento de su personal —alrededor de 15 mil empleos— como parte de su intento por reorientar su negocio para competir con rivales más exitosos como Nvidia y AMD.
A diferencia de algunos de sus rivales, Intel no sólo diseña, sino que también fabrica los microprocesadores.
Biden elogió hace dos años a Intel por su creación de empleos debido a sus planes de abrir una nueva planta cerca de Columbus, Ohio. El presidente elogió los planes de la compañía de “conformar una fuerza laboral del futuro” para el proyecto 20 mmdd, el cual aseguró que generaría 7 mil empleos de construcción y 3 mil empleos de tiempo completo con un salario promedio de 135 md anuales.
La financiación del gigante tecnológico con sede en California está vinculada con una extensa ley promulgada en 2022 que tiene como objetivo reactivar a la industria de semiconductores del país. Conocida como la Ley de CHIPS y Ciencia, el paquete de 280 mmd busca apuntalar la ventaja de Estados Unidos en tecnología militar y manufactura, al tiempo que minimiza el tipo de interrupciones en la cadena de suministro que ocurrieron en 2021, después del inicio de la pandemia de coronavirus, cuando una escasez de chips paralizó a las fábricas y disparó la inflación.
El gobierno federal ayudó a impulsar la medida después de que las preocupaciones durante la pandemia de que la pérdida de acceso a chips fabricados en Asia pudiera sumir a la economía de Estados Unidos en una recesión. Al impulsar los fondos, los legisladores expresaron preocupación por los intentos de China de asumir el control de Taiwán, el cual tiene más del 90 por ciento de la producción de chips informáticos avanzados.