Mount Olive.- El ejército estadunidense lo adiestró en el uso de explosivos y tácticas de combate, ahora, este veterano de la guerra de Irak y miembro alistado de la Guardia Nacional llama a levantarse en armas contra la policía y los funcionarios de gobierno de su propio país.

Desde los bosques de Carolina del Norte, Chris Arthur alertó sobre la inminencia de una guerra civil, los videos que publicó en YouTube llevaban títulos como “El fin de Estados Unidos o la próxima guerra revolucionaria”, en su opinión, Estados Unidos estaba cayendo en el caos y sólo habría una forma de sobrevivir: matar o morir.

Arthur estaba publicando ese contenido durante un auge del extremismo de ultraderecha que tuvo lugar en los años previos al ataque del 6 de enero contra el Capitolio de Estados Unidos. escribió manuales de entrenamiento bélico para ayudar a otros a organizar sus propias milicias, y ofrecía sesiones en su granja de Mount Olive, Carolina del Norte, en las que enseñaba cómo secuestrar y atacar a funcionarios públicos, utilizar francotiradores y explosivos y diseñar trampas explosivas del tipo “embudo mortal” para infligir bajas masivas.

Mientras seguía publicando sus mensajes, las fuerzas militares y policiales ignoraron más de una docena de advertencias telefónicas del exmarido de la esposa de Arthur sobre su retórica cada vez más violenta y sus exhortaciones al asesinato de agentes de policía, esta inacción de la Guardia Nacional, el FBI y otras instancias permitió a Arthur seguir fabricando y almacenando explosivos cerca de niños pequeños, y entrenar a otro extremista que posteriormente atacó a agentes de policía en el estado de Nueva York y les llevó a una persecución desenfrenada y un tiroteo que se extendieron por dos horas.

Arthur no es una anomalía, se encuentra entre las más de 480 personas con antecedentes militares acusadas de delitos extremistas por motivos ideológicos desde 2017 hasta 2023, incluidos los más de 230 detenidos en relación con la insurrección del 6 de enero.

Al mismo tiempo, mientras el ritmo de radicalización de la población general ha aumentado en los últimos años, las personas con antecedentes militares se han radicalizado a un ritmo más rápido, sus complots extremistas también tenían más probabilidades de incluir adiestramiento armamentístico o armas de fuego que los complots que no incluían a alguien con antecedentes militares, según un análisis realizado por The Associated Press de los datos sobre terrorismo interno obtenidos en exclusiva por la AP, esto era cierto tanto si los complots se llevaban a cabo como si no.

A la sombra del asalto al Capitolio del 6 de enero —dirigido en parte por veteranos— y de unas elecciones presidenciales muy reñidas, funcionarios policiales han afirmado que una de las amenazas terroristas más persistentes y apremiantes para Estados Unidos es la de los extremistas violentos internos. Sin embargo, a pesar de la creciente participación en actividades extremistas por parte de personas con experiencia militar, todavía no existe un sistema policial integrado para rastrearla. Y la AP supo que investigadores del Departamento de Defensa de Estados Unidos desarrollaron un enfoque prometedor para detectar y vigilar el extremismo que el Pentágono ha decidido no utilizar.

Como parte de su investigación, la AP examinó y amplió los datos y análisis proporcionados por el Start, y recopiló miles de páginas de expedientes y horas de grabaciones de audio y video mediante solicitudes de archivos públicos.

Sin ningún obstáculo, Arthur almacenó armas en Mount Olive, algunas de ellas con los números de serie borrados a fin de hacerlas imposibles de rastrear, entrenó a una manada de Doberman pinschers como perros guardianes. equipó su antigua granja, donde vivía con su esposa, sus tres hijos y los dos hijos del matrimonio anterior de ella, con explosivos improvisados, incluyendo una bomba oculta en el porche delantero y conectada a un interruptor en el interior, ya en 2017, el exmarido de su esposa había comunicado su preocupación por la seguridad de sus hijos a las autoridades militares, federales y locales, según los registros de llamadas y los informes policiales.

Mientras tanto, Arthur seguía ampliando sus actividades y conectaba con más personas de ideas afines.

Cuando las personas con antecedentes militares “se radicalizan, tienden a hacerlo hasta el punto de la violencia contra masas”, afirmó Michael Jensen, del START, que dirige el equipo que ha pasado años recopilando y examinando el conjunto de datos, su grupo descubrió que, entre los extremistas, “el factor predictivo número 1 para ser clasificado como agresor en masa era tener antecedentes militares en Estados Unidos, más que los problemas de salud mental.

Tras abandonar la Guardia Nacional también se dedicó a la política local. Arthur, que había sido policía, apoyó a un candidato a “jefe policial constitucional” que creía que los jefes policiales, y no las fuerzas del orden federales o estatales, tenían la máxima autoridad en Estados Unidos. Intentó reclutar a funcionarios del condado, según documentos judiciales, para que le ayudaran a crear una milicia para protegerse del “gobierno tiránico”.

“Primero tendrán que proteger su municipio y órgano de gobierno más pequeño; eso significa que los municipios o ciudades tendrán que ser conquistados inmediatamente por la fuerza”, dijo Arthur en un video publicado justo después de abandonar la Guardia Nacional.

“Hagan lo que hagan, tendrá que ser muy violento y muy feo”, sostuvo. El FBI empieza a investigaba a Arthur.

El 5 de mayo de 2021, Michael Thompson se dirigió a una sesión de entrenamiento de tácticas de guerra en Mount Olive. Estacionó su camioneta frente a la pequeña granja de una sola planta que había construido el abuelo de Arthur, se acercaron con cautela, con una risita, Arthur le aseguró a Thompson que no era policía “Hoy en día nunca se sabe”, contestó Thompson “No, no se sabe.... y es que la mitad de los policías son buenos y la otra mitad son malos”, subrayó Arthur. “Pero si no sé quién es bueno y quién es malo, entro a limpiar la casa”.

A medida que los dos hombres se fueron conociendo, Arthur afirmó haber creado una milicia local con otros veteranos muy bien entrenados, entre ellos un marino de la fuerza especial SEAL, un soldado Ranger y un par de marines veteranos de la zona. Uno de sus compañeros militares, al que llamaba “Priest”, se quedaba en la granja y también entrenaba, según los dos niños que hablaron con la AP.

Arthur y Thompson hablaron sobre el uso de artefactos explosivos improvisados ocultos y de cómo Thompson podía transformar su casa en una ”telaraña” de trampas mortales destinadas a matar a los agentes federales que hicieran la redada, Thompson llevaba un micrófono para el FBI con el nombre en clave “Buckshot″ (“Perdigón”), “Quiero enseñarte algo llamado telaraña”, dijo Arthur. “Esto fue algo que construí para un compañero de una misión de reconocimiento″, “Es toda una caja de la muerte”, afirmó.

Entonces la conversación giró en torno al asesinato; el uso de francotiradores y explosivos ocultos contra políticos bien protegidos, según las grabaciones, Arthur afirmó que tales asesinatos serán necesarios en la próxima guerra civil y que, en muchos casos, los francotiradores son los más eficaces Digamos que es toda una casa amurallada... la mansión del gobernador. Muy bien, ¿Cómo lo ataco? Bueno, en algún momento él tendrá que salir para ir al Capitolio, ¿verdad?”, explicó Arthur

Armados con las grabaciones de Thompson, los agentes del FBI planearon una forma de detener a Arthur sin peligro, el informante pidió a Arthur que se reuniera con él en una feria de armas en Raleigh, Arthur se reunió con Thompson en la entrada del evento, Un equipo del escuadrón táctico SWAT de la policía que esperaba dentro sorprendió a Arthur, que inicialmente se resistió a los intentos de inmovilizarlo, según los agentes, obligaron entonces a Arthur a tirarse al suelo y lo detuvieron.

En mayo, el juez federal de distrito James C. Dever III condenó a Arthur a 25 años de prisión federal después que un jurado lo declaró culpable de cargos relacionados con enseñar al informante del FBI a fabricar explosivos destinados a matar a agentes de fuerzas federales así como de posesión ilícita de armas.

“Prestaste el juramento que prestamos todos los que servimos”, dijo Dever a Arthur. “Lo sabes muy bien”, pero Arthur no se arrepiente, en mensajes a la AP desde una prisión federal en Tennessee, afirmó que es blanco de una “guerra política”.

“Soy un preso político”, escribió, adoptando el lenguaje que el expresidente Donald Trump y otros han utilizado para minimizar los crímenes cometidos en el asalto al Capitolio el 6 de enero, en opinión de Arthur, el encarcelamiento de “veteranos y patriotas” como él y el intento de asesinato de Trump en Pensilvania profetizan la guerra civil que desde hace tiempo sostiene que se avecina.

“Esto está sucediendo”, escribió. “Todas las señales están ahí”.