Ciudad Juárez.- El jugar con los famosos cuetes ha generado en esta frontera al menos dos incendios en menos de 12 días, por lo que se exhorta a no dejar jugar a los menores con este tipo de artefactos.

El primero de los incendios se registró el 10 de diciembre en una vivienda ubicada en el fraccionamiento San Lorenzo, donde niños provocaron el siniestro tras jugar con fuegos artificiales.

El incidente tuvo lugar poco antes de las 3:00 de la tarde en el cruce de la calle Laguna de Tamiahua con la calle Canal de Suez, antes de llegar al Parque de la Familia.

De acuerdo con el primer reporte de los bomberos, las llamas se esparcieron por una habitación acondicionada como cuarto de “tiliches” ubicado en el patio trasero de la vivienda. El fuego llegó hasta una casa contigua, dejando marcas visibles pero sin provocar mayores daños.

El segundo siniestro de la temporada por este tipo de artefactos se registró el martes 17 de diciembre en donde dos casas se vieron afectadas por el fuego.

Fue en el cruce de las calles Calchaquíes y Mayas, de la colonia Azteca, donde bomberos efectuaron maniobras para controlar el incendio provocado también por la quema de fuegos artificiales.

Ante esto, la Secretaría de Salud exhortó a la ciudadanía a evitar el uso de pirotecnia durante los festejos decembrinos para prevenir accidentes derivados del manejo inadecuado de estos artefactos explosivos.

Se señaló que durante los festejos de Navidad y Año Nuevo, se presenta un incremento en los casos de quemaduras por el uso de pirotecnia.

En las festividades de fin de año, el uso de pirotecnia deriva en un aumento en la demanda de servicios hospitalarios por quemaduras, pérdida de la audición, lesiones en las manos, zona más afectada en un 30 por ciento de los casos, así como quemaduras en la cara y pérdida de la visión por el uso de estos artefactos explosivos.

Recomiendan a los padres de familia tener especial cuidado en el manejo de la pirotecnia y no permitir que los menores la utilicen, ya que la pirotecnia de alta potencia puede provocar una lesión permanente, quemaduras, limitación del movimiento de las manos, pérdida auditiva con lesiones irreversibles y permanentes.