La Habana.- La crisis energética, la falta de insumos y la migración en Cuba golpearon tan duro este año al turismo —uno de los sectores más importantes de la economía—, que no solo se incumplió el objetivo de atraer la cantidad de visitantes previstos, sino que vinieron menos que los de 2023, reconocieron autoridades.

Durante una reunión de comisiones el lunes previa al pleno de la Asamblea Nacional del Poder Popular —el Parlamento, que sesionará del 18 al 20 de diciembre—, el ministro de Turismo, Juan Carlos García, indicó que la isla recibió 2.2 millones de viajeros en 2024.

Las previsiones eran de unos 3 millones para este año, según había estimado García previamente.

En 2023, Cuba registró 2.4 millones de visitantes, unos 800 mil más que el año anterior.

“Debemos presentar un producto turístico digno, que estimule la demanda”, reconoció el funcionario en un reporte del portal oficial Cubadebate, el cual dio cuenta de algunas de las carencias del sector para alcanzar los “estándares” adecuados al turismo internacional.

Según García, al turismo le faltaron financiamiento e insumos, y tuvo fluctuaciones en su fuerza laboral debido a la migración. Además sufrió la cancelación de operaciones aéreas, la crisis energética con largos apagones, y hasta el paso de dos huracanes.

Hubo también incrementos de los precios en los turbocombustibles, y el sector enfrentó una “campaña comunicacional contra Cuba”, denunció el funcionario.

En las últimas décadas, el turismo llegó a ser uno de los sectores más dinámicos de la economía cubana, con ingresos superiores a los 3 mil millones de dólares anuales. Ello estimulaba la generación de empleos y una mejoría en los ingresos familiares.

Antes de que se desatara la pandemia de covid-19 en 2020 arribaron a la isla 4.2 millones de visitantes de todo el planeta.