Washington.- La Corte Suprema de Estados Unidos pronto podría hallarse con salidas fáciles en dos casos de gran resonancia relacionados con la inmigración y las elecciones, si es que los magistrados desean evitar fallos divisivos potencialmente controversiales.

El tener vías de salida en esos casos podría resultar atractivo en un periodo en el que no faltan los casos de gran envergadura que pudiesen dividir a los seis jueces conservadores y a los tres liberales con que cuenta el máximo tribunal. La acción afirmativa —una política gubernamental estadunidense para garantizar la igualdad de oportunidades para todos, sin distinciones_, el derecho al voto, los derechos de las personas homosexuales y la condonación de préstamos a estudiantes también están en la agenda de una corte que hace menos de un año revocó casi 50 años de protecciones constitucionales al aborto y vio una caída significativa en la confianza que el público le tiene.

El gobierno del presidente Joe Biden proporcionó una posible vía de salida para el máximo tribunal esta semana. Un pleito jurídico con respecto al rechazo de inmigrantes en la frontera sur del país debido a la pandemia de covid-19, rechazo que ha sido sustentado en una cláusula de la ley federal conocida como Título 42, está a punto de volverse irrelevante, señaló el gobierno en un documento judicial presentado el martes.

Eso se debe a que el gobierno anunció recientemente que la emergencia de salud pública que justificaba la expulsión rápida de inmigrantes expirará el 11 de mayo.

“En ausencia de otros desarrollos relevantes, el fin de la emergencia de salud pública pondrá fin (entre otras consecuencias) a las órdenes del Título 42 y hará que este caso sea irrelevante”, escribió la principal abogada del gobierno en la Corte Suprema, la procuradora general Elizabeth Prelogar.

El uso del Título 42 comenzó durante la presidencia de Donald Trump y continuó después de que Joe Biden asumió el puesto. Ha sido aplicado millones de veces para rechazar rápidamente a migrantes en la frontera.

El Título 42 se encuentra en la raíz de un caso de la Corte Suprema que los jueces pusieron en proceso de agilización en diciembre, y la presentación de argumentos está programada para el 1 de marzo. Lo que está bajo escrutinio no es el uso del Título 42 en sí, sino la cuestión de si un grupo de estados republicanos pueden incorporarse a una demanda en torno a esa política. Dichos estados respaldan mantenerla en vigor. Si llega a su fin, dicen que la inmigración ilegal se incrementará y alegan que sus intereses no están representados en el caso.

La corte aún podría emitir un fallo antes del 11 de mayo, aunque eso sería más rápido de lo usual. También es posible que la fecha para poner fin a la política sea aplazada a un día posterior a esa fecha. Pero si la emergencia de salud pública es cancelada según está planeado y los jueces no hacen nada hasta entonces, podría ser que el caso concluya sin que se llegue a una decisión sobre él.

Cuando la corte accedió a asumir el caso en diciembre, los magistrados estaban divididos. Cinco de ellos querían intervenir y los otros cuatro —los tres liberales y el conservador Neil Gorsuch— dijeron que en primer lugar no se habrían involucrado.

El otro caso que la corte pudiese esquivar involucra una cuestión electoral seguida muy de cerca y proviene de Carolina del Norte. La semana pasada, el máximo tribunal del estado ordenó examinar el caso de nuevo.

Los republicanos de Carolina del Norte le han pedido a los jueces que emitan un fallo que pudiese dejar a los cuerpos legislativos estatales prácticamente sin ninguna restricción en la determinación de normas para las elecciones legislativas y presidenciales. Un desenlace así validaría por primera vez lo que se conoce como la teoría del “poder legislativo estatal independiente”, lo cual reforzaría drásticamente el poder de los legisladores estatales con respecto a los comicios para elegir al presidente y al Congreso a expensas de los tribunales estatales.

Los jueces escucharon argumentaciones en diciembre en una apelación de republicanos, que alegaron que la Corte Suprema estatal, en ese entonces de mayoría demócrata, desechó indebidamente los distritos electorales del estado trazados por republicanos por considerarlos excesivamente partidistas y adoptó un mapa nuevo que generó una división de 7-7 en los comicios de noviembre.

Ahora una nueva mayoría republicana en el máximo tribunal de Carolina del Norte ha establecido la presentación de nuevas argumentaciones para marzo. Se desconoce cuánto tiempo podría llevarse el alcanzar una decisión.

Los magistrados llevan más de dos meses trabajando para llegar a una determinación en el caso de Carolina del Norte, pero el fallo final en este y otros casos trascendentales frecuentemente no es emitido sino hasta fines de junio.

Así, la Corte Suprema podría esperar a ver qué hace el máximo tribunal de Carolina del Norte antes de llegar a sus propias conclusiones.

Vikram Amar, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Illinois, dijo que la corte siempre puede hallar una vía de escape “si quiere evitar el caso”, lo cual incluye la posibilidad de que los jueces estén teniendo problemas para alcanzar consenso.

Pero Amar, que interpuso un escrito en el que se opone a los republicanos en el caso, considera que es importante que la corte intervenga.

“El hecho de que hayan asumido el caso en primer lugar nos dice que creen que requiere una resolución. Es mejor solucionar esto entre ciclos electorales”, señaló Amar.