Los debates están planeados para que las personas candidatas presenten opciones a los ciudadanos en diversos temas. Si por alguna razón, después de toda la propaganda, actividades de campaña y mensajes, aún algunos ciudadanos no saben quiénes son y qué proponen, este ejercicio es la oportunidad.
Si bien los debates cuentan con los tiempos determinados para hacer las propuestas, lo que más llama la atención son los ataques que se lanzan unos y otros. Que si fulanito viene de otro partido, que si sutanito no cumplió en su antiguo encargo. Todo sale a la luz en las presentaciones.
En el caso de Chihuahua no fue la excepción. Marco Bonilla (PAN-PRI-PRD), Miguel La Torre (Morena-PT), Daniel Quezada (Pueblo), Rosario Montoya (PV), Hilda Sánchez (México Republicano) y Enrique Valles (MC) se presentaron a la sede del debate y desde ese momento comenzaron a lanzar dardos.
Incluso hubo pancartas en la que pidieron a Valles unirse al bloque opositor para frenar a Morena, como se ha planteado a nivel nacional, propuesta que ha causado múltiples reacciones, pero que está lejos de ser una realidad.
Ya en la ronda de participaciones, las personas candidatas aprovecharon algunos minutos para acusarse. Que si Morena es el cambio, que el bloque opositor garantizará continuidad, que si los partidos nuevos son la verdadera alternativa, que si Chihuahua capital debe ser fosfo-fosfo.
En algunos puntos coincidieron, como el combate a la corrupción, una necesidad para garantizar el buen funcionamiento del gobierno, aunque eso implique ir contra algunos de los presentes y de otros funcionarios y exfuncionarios que estuvieron en el Municipio. ¿Aplicarán la barredora?
El ejercicio en Chihuahua fue la antesala de lo que pasará en Juárez el viernes. Las personas candidatas a la alcaldía se verán cara a cara y posiblemente arrojen las mismas cartas. El debate estará marcado por las acusaciones, en medio las propuestas y justo al lado el morbo de lo que pase en la pantalla.
Las protestas en la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACh) escalaron el miércoles en la capital. Decenas de estudiantes acudieron a la Rectoría para exigir hablar con Luis Rivera, el director de la institución. El tema: el elevado costo de la inscripción para estudiar en una escuela pública.
El edificio estaba cerrado. La celebración del Día del Maestro mantuvo los edificios vacíos, pero aun así la protesta se realizó y la presión llegó a tal punto que los estudiantes comenzaron a forzar una de las puertas de la Rectoría. Los vidrios salieron volando, adentro, un grupo de guardias resistía. Finalmente, el grupo de estudiantes entró.
Hubo algunos heridos por los vidrios. Hubo empujones y la Policía del Estado se acercó a ver qué ocurría. Con la Rectoría tomada por los alumnos, se estableció la calma a la espera de una respuesta de Rivera Campos. No llegó la tarde del miércoles. ¿Será hasta hoy que haya una postura?
Sobre estos actos, la gobernadora Maru Campos recomendó que el diálogo sea la vía para solucionar los problemas antes de que algo grave ocurra. Es posible que haya acuerdos para que los alumnos que no pueden pagar la inscripción sigan adelante. Claro, antes tiene que haber un acercamiento. Ese es el siguiente problema.
A Juárez llegó Diana Vega Gálvez, la hija de la candidata opositora Xóchitl Gálvez. La visita de la joven fue para reunirse con los candidatos de Fuerza y Corazón por México que están en campaña. Les dio respaldo en un momento en el que el bloque enfrenta vulneración.
Vega hizo un llamado al voto útil, especialmente en los jóvenes que son quienes pueden estar más empapados de las distintas versiones de los candidatos. Pero también de las personas adultas que han visto pasar muchas más administraciones y sus consecuencias positivas y negativas.
Fue inevitable preguntarle a la hija de Xóchitl que pensaba de la oferta que le hizo el PRI a Jorge Álvarez Máynez para sumarse al bloque. Ella considera que sería una buena decisión, pero tiene que venir directamente de él, pues, desde su perspectiva, solo divide el voto y no tiene oportunidades de ganar.
La posibilidad parece remota y el tiempo para hacerlo se termina. El escenario ideal es que se quedaran las cosas como están y que los ciudadanos decidan. Ahora queda esperar el tercer debate presidencial.