Ciudad Juárez.– El aguacate es una de las frutas más cotizadas del mundo, es de origen mesoamericano, por lo que somos los primeros exportadores en el mercado global. Este año en el país se prevé un aumento del 5 por ciento en la producción, es decir, unos 2.77 millones de toneladas, mientras que para 2030 se estima que serán 3.16, de acuerdo con las previsiones del SIAP (Servicio de Información Agroalimentaria y Pesquera).

Es fruta, confunde por su color y sabor con una verdura, pero su semilla la delata, es grande, mientras que la textura de su pulpa es suave, cremosa. Nace de una especie arbórea del género persea, es frondosa y de hoja perenne (nunca se cae). Sus flores son muy abundantes, se dan en racimos, florece en dos tiempos, primero las flores femeninas y después las masculinas, cada árbol puede producir hasta un millón de flores, pero solo el 0.1 por ciento se transformará en un aguacate.

Del origen al tazón

Esta fruta ha sido apreciada desde nuestros ancestros, la palabra aguacate proviene del náhuatl ahuacatl y se remonta a la época mexica, a veces la palabra náhuatl se traduce como testículo, probablemente debido a la semejanza que tienen, además de que nacen de dos en dos, según la monografía de la Secretaría de Agricultura.

Su origen se estima en unos 18 mil años. Una de las teorías sostiene que el aguacate se originó en África y luego llegó a América Central. Otra, que surgió en el sur de la parte central de México. Puede haberse difundido a través de los mamuts, quienes ingerían la fruta completa y defecaban las semillas, luego de atravesar grandes distancias. Lo cierto es que el cultivo del aguacate comenzó en el sur de México y Guatemela.

La culturas de caral, mokaya y maya le daban gran valor cultural al fruto. Por ejemplo, el decimocuarto mes del calendario maya se representaba con un aguacate como glifo (o vocablo) y también aparece en pinturas mexicas y tumbas mayas.

El ahuacatl pasó a ser aguacate con los conquistadores españoles, la fruta se conocía ya en América Central y partes de América del Sur y los españoles comenzaron a exportarlo a Europa.

En el caso de Norteamérica, el primer uso documentado de la palabra “avocado”, para referirse al aguacate, data de 1696. En el mundo angloparlante se lo denominaba “avocado pear” (pera avocado) o también “alligator pear” (pera caimán).

Actualmente, la fecha en que más aguacate se consume en Estados Unidos (y el mundo) es en el Súper Tazón (Super Bowl, final de futbol americano de la NFL). México es el principal proveedor de aguacate en Estados Unidos con un 90 por ciento del total de consumo, esto se debe en gran parte al guacamole que comen unos 113 millones de aficionados durante este evento deportivo, este año, según datos de “Avocados from Mexico”, en la edición de febrero pasado se consumieron alrededor de 74 mil toneladas de aguacate.

En la mesa y la belleza

El aguacate se usa para todo tipo de comidas y hasta postres, ya que hay nieve y mouse de aguacate. Aunque el guacamole es la receta mundial por excelencia, esta fruta es protagonista de cualquier régimen alimenticio debido a su alto contenido de proteínas, vitaminas y minerales, por ello que en la popular dieta Keto, y otras, también está presente.

En cuanto a su valor nutricional, unos 100 gramos de aguacate aportan unas 160 calorías, en su mayoría fibra y grasas saludables. Además contiene magnesio y potasio, minerales muy importantes para el sistema inmunológico, en cuanto a vitaminas tiene de los grupos A, B, C, D y K. Por otra parte, el aguacate es un alimento muy saciante, que ayuda a combatir el estreñimiento y que colabora a regular los niveles de glucosa.

De la grasa de esta fruta pueden extraerse aceites que, una vez procesados, son utilizados en la industria cosmética y farmacéutica. Hay shampoo, acondicionadores y cremas con esencia de aguacate, pero de manera natural también se puede usar como mascarilla para la piel o el cabello.

Hay miles de recetas sencillas para compartir este fruto, aunque el guacamole es, sin duda, la forma universal, que consiste en mezclar su pulpa con tomate, cebolla, cilantro, chile y un toque de limón, para evitar que se oxide.

Otras recetas populares son en ensaladas, salpicón, tostadas, ceviches, cocteles, cremas, mouse, nieve o helado, etc., no hay límites para su versátil sabor y textura.

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Hasta las hojas

Desde aromatizar, hasta condimentar, la hoja de aguacate es esencial en la comida oaxaqueña, tal es el caso del mole amarillo con carne de res, pero también en la cocina chiapaneca y poblana. La hoja de aguacate aporta un aroma parecido al anís, su sabor es un poco dulce con un ligero toque de nuez, lo que hace de los platillos mexicanos algo especial.

En el amplio mundo de nuestra gastronomía, se aprovecha la hoja de aguacate para sazonar y condimentar diversos platillos, por ejemplo los mixiotes, pero también pueden aprovecharse como un perfecto sustituto del epazote al momento de cocer los frijoles negros, o para preparar una salsa que puede acompañar cualquier tipo de carne.

La hoja de aguacate no se queda en la cocina, pues es utilizada en forma medicinal, ya que alivia el dolor de cabeza, de dientes, inflamaciones, además de contrarrestar la fatiga y eliminar bacterias. Asimismo, se puede consumir en té por las noches para evitar el insomnio, es un suave laxante, alivia el malestar estomacal, leves infecciones urinarias y es un gran remedio contra las úlceras.

El oro verde y sustentabilidad

El primer productor mundial de aguacate es el estado de Michoacán, seguido de Jalisco. Los datos del SIAP sitúan la superficie plantada de aguacate (es decir, la superficie con árboles maduros y productivos) en un estimado de 257 mil 571 hectáreas en 2023, un 2 por ciento más que la superficie plantada en 2022 de 252 mil 133 hectáreas.

La industria del aguacate creció tanto que se transformó en una amenaza para los bosques en México, particularmente allí donde crece el aguacate salvaje, que es eliminado para plantar árboles de la variedad Hass.

A nivel mundial, en seis años más, se estima que se consumirán más de 4 millones de toneladas de aguacate, el gran consumo estadunidense debe equilibrarse ante las necesidades de nuestro ecosistemas para propiciar la larga vida a este fruto mexicano.

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