Nueva York.- Los abogados de Donald Trump interrogaron el jueves a Stormy Daniels sobre la transacción al centro del juicio que se le sigue al expresidente por acusaciones de que pagó para suprimir noticias desfavorables, increpándole sobre por qué aceptó 130 mil dólares para no revelar la presunta relación sexual que tuvo con Trump, en vez de revelarlo públicamente.
"¿Por qué no hiciste eso?", preguntó la abogada Susan Necheles, interrogándole sobre por qué Daniels, una actriz porno, no convocó a una conferencia de prensa, como pensaba hacer, pala hablar del encuentro con Trump en 2006, que Trump niega que ocurrió.
"Porque se nos acababa el tiempo", respondió Daniels.
Quiso decir, preguntó Necheles, que se le acababa el tiempo para usar la aseveración para hacer dinero.
"Para hacer pública la historia", respondió Daniels. Las negociaciones ocurrieron al final de la campaña electoral de 2016, un momento crítico en el caso contra Trump porque según la fiscalía, Trump y sus allegados pagaron para callar ese tipo de relatos en una gestión ilegal para influir en los resultados de las elecciones. Trump niega haber cometido ilegalidad alguna.
Daniels regresó al tribunal el martes, evitando verle a los ojos al expresidente cuando entró al tribunal y se sentó en el estrado de testigos.
Trump está acusado de pagar para silenciar revelaciones perjudiciales al tiempo que la defensa intenta socavar la credibilidad del testimonio lascivo de la actriz porno sobre su presunto encuentro sexual y el dinero que le pagaron por guardar silencio.
El relato de Daniels es clave para el caso de los fiscales que acusan a Trump de conspirar para influir ilegalmente en la campaña presidencial de 2016 al suprimir historias poco halagadoras sobre él.
Trump observó en la sala de la corte cuando Daniels describía durante horas el martes un encuentro sexual inesperado que ella dice que tuvieron en 2006. Trump niega que alguna vez hayan tenido relaciones sexuales. Aun así, una década después, el entonces abogado de Trump, Michael Cohen, le pagó para que guardara silencio durante las últimas semanas de la campaña presidencial.
El testimonio de Daniels fue un momento extraordinario en lo que podría ser el único caso penal contra el presunto candidato presidencial republicano que va a juicio antes que los votantes decidan en noviembre si lo envían de regreso a la Casa Blanca. Trump se ha declarado inocente, niega haber cometido faltas y se ha presentado como víctima de un sistema de justicia políticamente contaminado que trabaja para negarle otro mandato.
Los abogados de Trump han tratado de presentar a Daniels como una mentirosa y extorsionadora que intenta derribar al expresidente tras obtener dinero y fama de su historia sobre él. Daniels se resistió en ocasiones ante las preguntas directas, negando categóricamente la idea de que trató de extorsionar a Trump.