Ciudad Juárez .- Fue establecido en 2008 por la Alianza Global entre el Sector Público y Privado para el Lavado de Manos con Jabón. Esta iniciativa surgió como respuesta a la necesidad de reducir la mortalidad infantil y las enfermedades infecciosas a través de una práctica tan simple como efectiva: lavarse las manos con agua y jabón, en Ciudad Juárez, Chihuahua, México, esta fecha adquiere una relevancia especial, ya que la comunidad se une a los esfuerzos globales para promover prácticas de higiene que salvan vidas.
Lavarse las manos regularmente con agua y jabón es una de las formas más efectivas de prevenir la propagación de enfermedades infecciosas como la diarrea y la neumonía, que son responsables de la muerte de millones de niños cada año. Además, en el contexto de la pandemia de covid-19, esta práctica ha demostrado ser crucial para reducir la transmisión del virus.
No lavarse las manos adecuadamente puede llevar a la propagación de enfermedades infecciosas, aumentando la incidencia de diarrea, infecciones respiratorias y otras enfermedades que pueden ser prevenidas con una buena higiene de manos.
Enseñar a los niños la importancia del lavado de manos es crucial para establecer hábitos de higiene desde una edad temprana, las escuelas y los padres juegan un papel fundamental en la educación de los niños sobre cómo y cuándo lavarse las manos.
El lavado de manos puede clasificarse en dos tipos principales: el lavado de manos social y el lavado de manos clínico. El lavado de manos social se refiere a la limpieza de las manos en situaciones cotidianas, mientras que el lavado de manos clínico se realiza en entornos de atención médica para prevenir la transmisión de infecciones.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) identifica cinco momentos clave para el lavado de manos en entornos de atención médica:
- Antes de tocar al paciente.
- Antes de realizar una tarea limpia/aséptica.
- Después del riesgo de exposición a líquidos corporales.
- Después de tocar al paciente.
- Después del contacto con el entorno del paciente.
El lavado de manos nos recuerda que acciones simples pueden tener un impacto significativo en nuestra salud y bienestar, es un acto de responsabilidad y cuidado hacia nosotros mismos y nuestra comunidad, al unirnos a esta celebración global, reafirmamos nuestro compromiso con la salud y la prevención de enfermedades.