Al compás del paso doble Toreros Mexicanos, iniciaremos este tecleo con motivo de la décima segunda corrida ordinaria de la temporada grande en el embudote de Los Insurgentes, donde el cartel volvió a integrarse con puros toreros mestizos, aztecas, pues, lo cual registró otra muy pobre entrada en los tendidos de la plaza más grande y cómoda der mundo.

Es gacho escribirlo, pero la realidad es la realidad, no hay conquistadores españoles vestidos de toreros y los tendidos de la plaza México, lucen vacíos, tristes, helados; si bien es cierto que tampoco los hispanos ya no llenan la gran cazuela, todavía consiguen lograr buenas entradas, pues 30 mil almas 30 en un graderío de cuarenta mil, ya transmiten calor no solamente humano, sino también taurino, salvo opinión en contrario.

Este cartel lo integraron un torero de Tlaxcala, un Capitalino y uno de Michoacán, la tierra del Gran Caltzonzin; el primero vistió de leche y oro; el segundo de tabaco y oro y el tercero de azul marino y plata, alternantes que estuvieron por encima del descastao encierro de Pozo Hondo y ¡ah cómo les cuesta trabajo a los arlequines, transmitir su arte hacia el tendido!

La tarde fue para Uriel Moreno, pues el paisano de Xicoténcatl, logró cortar 3 orejas 3, la primera al toro "Señorito" lo cual no está en duda en este tipo de ganado masculino, por haberle realizado Uriel, una faena riñonuda, de muleta garra, de torero macho y completo porque el tlaxcalteca puso palitroques y dos orejas más del toro "Gitano", que también banderilleó, en medio de ensordecedora ovación, para después, El Zapata (esperemos que algún loco no lo vaya a pintar como a mi general Emiliano, diciendo que es arte, porque (en la madre mi comadre), ligar otra gran faena de torero bueno, de torero poderoso, por cuya labor torero lo Moreno, salió a hombros y por la puerta grande, ante una entrega total de los aficionados quienes lo despidieron con el grito consagratorio de... ¡torero, torero!.

Jerónimo, recibió a "Barba Azul", al que le cuajó una gran faena por el lado izquierdo, mostrando el capitalino en su labor muleteril, entrega, conocimiento y arte; como mata pronto con una estocada caída, el público lo primera con una oreja, que el avecindado en Puebla de Nuestra Señora de los Ángeles, pasea por el ruedo en medio de sonora ovación, triunfo que Jerónimo, ya no pudo redondear con "Porrista".

La terna la cerró un chaval de la tierra de Juan Colorado, Antonio Mendoza, quien con "Traguito o Tanguito" (no le entendemos a nuestra letra), logró una bonita faena, donde el michoacano mostró en su toreo, conocimiento, arte, finura y serenidad, lo que causó muy buena impresión ante los pocos diletantes que había en la plaza, desgraciadamente Toño falló en la suerte suprema y se le fue la oreja, así como las de "Canta Claro". A nuestro leal saber y entender, aquí hay un torero, tiene hechuras, seriedad, finura, arte y valor, amén de que posee, para nuestro gusto, una personalidad un tanto cuanto hierática; sólo falta que lo enseñen a matar y lo placién; si es en España, mejor. Perdón por el malinchismo. Vale.

Barrera de sol

Por: Manolo de la Laguna

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