CIUDAD DE MEXICO.- Por razones de familia, dejamos por unos días esta tierra del Bravo, para ir a la cuenca del Anáhuac y en cuanto el primo José Alfredo, supo que llegaríamos a la capital del país, tendido como vampiro, se metió a la compu y adquirió dos BARRERA DE SOL para la segunda corrida de la temporada, celebrada el domingo 10 y bueno... tuvimos que sacrificarnos asistiendo a la plaza más grande y cómoda der mundo, la Monumental Plaza de Toros México.
El ganado, gordo, bofo y descastao, fue de Bernaldo de Quiroz y quienes lidiaron esas reses, fueron por la "mare" patria en el 500 Aniversario del encuentro del Emperador Moctezuma y el Conquistador extremeño Hernán Cortés, Morante de la Puebla y por los aztecas, Joselito Adame y Ernesto Javier Tapia, "Calita"; antes, en la mañana en las calles de San Salvador y Pino Suárez, se encontraron los últimos descendientes de Moctezuma y los últimos descendientes de Cortés, dándose un fraternal abrazo, para conmemorar ese Gran Acontecimiento de la Historia Universal.
Cada quien interprete este encuentro histórico-social, como les de su real y celestial gana y ahora al toro que es una mona.
El primer capote lo abrió José Antonio Morante Camacho, vestido de azul y oro, recibiendo a "Greco" al que nada pudo hacer el de la Puebla del Río, dada su falta de casta; lo mató ar segundo viaje, escuchando aplausos el hispano para esperar a su segundo enemigo "Agua Nieve", al que le instrumentó una preciosa verónica marcando muy bien los tiempos de la suerte y tres tandas de derechazos a media altura dadas las condiciones del toro, que le fueron fuertemente coreadas con los oles y como Pepe mata al primer viaje, corta la segunda oreja de la tarde, trofeo que pasea en medio de sonora ovación.
Joselito Adame de turquesa y oro, esperó al segundo de la tarde "Palomero" que se prestó para el lucimiento del hidrocálido, quien con un toreo de entrega, de conocimiento, de técnica, logra bordar una buena faena coreada con los oles de la afición capitalina, que se le entregó al de Aguascalientes y como lo mata bien, corta la primera oreja de la tarde, paseándola con Euterpe, al son de Pelea de Gallos, ejecutada por la monumental Banda de Música de la Gran Plaza, que registró una muy buena entrá. Con su segundo, "Venadito", Joselito no pudo redondear el triunfo por lo infumable del pavo, escuchando solo aplausos.
La terna la cerró Ernesto Javier "Calita" vistiendo un terno pizarra y oro, torero que no tuvo tarde, pues le tocó el peor lote del encierro y para colmo de sus males, su segundo toro, que cerró plaza, fue devuelto vivo al corral, pues el del Estado de México, no pudo matarlo, traicionándole los nervios y su falta de técnica. Su primero se llamó "Destino" y su segundo "Agradecido". Calita saló muy apachurrao de la plaza, bajo un fuerte abucheo que se escuchó hasta Naucalpan, pero así es el toro o se triunfa o se fracasa. Ya tendrá otras tardes Ernesto. Vale.
Barrera de sol
Por: Manolo de la Laguna.