Ningún crimen tiene fundamentos razonables. Titus Livius Patavinus, historiador romano.

Una tos de perro nos quedó como consecuencia de varias afecciones en ojos, oídos, nariz y garganta; ya pasará en su momento porque de lo demás ya estamos OK, ya hasta nos aventamos 2 barquillos 2 de nieve bien helada, allá por el rumbo donde los empresarios de ese lugar, con apoyo de la autoridad municipal, atracan a los consumidores por estacionarse, cuya cuota mínima es de diez pesillos por dos horas, más el tiempo que se acumule. Como México no hay tres.

Qué triste es ver como en todo el territorio nacional, en esta tierra de la 4T, todos los días corre sangre por doquier, gracias a que la delincuencia organizada, puede pasearse o pavonearse por el suelo patrio, como Pedro por su casa, amparada por la impunidad y de esto hace ya varios años y por lo pronto, esta enorme violencia, no tiene ni para cuando acabar, pues la oferta y la demanda en los adictos a los enervantes, está en todo su apogeo.

Esto nomás para calentar el ring, porque la orgía de sangre es incontenible en todo México, solamente aquí en la H. Ciudad Juárez, en los primeros siete días del mes de abril, el asesinómetro marca más de 40 calaveritas 40 y lo que es peor todavía, en el campus universitarios, ya apareció el crimen, organizado o no y en menos de tres meses, van 2 asesinatos 2 de estudiantes, que la comunidad universitaria y la sociedad fronteriza, no saben si se resolverán o quedarán, como siempre, en la impunidad.

Y a todo esto, el Jefe máximo de la indiada manifiesta que los empresarios mexicas, deben estar contentos porque hay estabilidad económica en el país y que el flujo migratorio, es cosa pequeña que se resolverá en su momento, porque somos un país humanitario y por lo pronto en Tamaulipas, la industria maquiladora ya está lista para darles trabajos a estos migrantes ilegales, indocumentados o como usted quiera llamarlos, porque México aguanta eso y mucho, muchísimo más.

¿Le seguimos con Trump? ¿Verdad que no? Bueno... nomás tantitirititito allá el gobierno, aunque tampoco del todo, sí garantiza la seguridad y tranquilidad de sus ciudadanos y para ellos, primero es su seguridad nacional que la vida comercial del país, dígalo si no la enorme fila, en esta tierra del Bravo, de tráileres a todo lo largo del Paseo Cuatro Siglos, con perdón de los curitas; otro país, otras leyes, otras costumbres. Vale.

Por: Cuauhtémoc Monreal Rocha

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