Los migrantes que recientemente se salieron de las instalaciones de la Casa del Migrante, supuestamente por los malos tratos que recibieron; como que les daban muy poco de comer, que no los dejaban permanecer al interior de esas instalaciones después de las 8 de la mañana o que les hablaban de forma agresiva para indicarles que podían irse a los dormitorios; Se dio a conocer que lo que en realidad ocurrió fue que los quejosos no quisieron apegarse al reglamento interior del albergue, el cual se diseñó, luego de la experiencia que han desarrollado los administradores del mismo, a lo largo de años de atender a estas personas que provienen tanto del sur de nuestro país, es decir, son nuestros paisanos que los regresaron de los Estados Unidos por haber ingresado sin los documentos necesarios para hacerlo, como de otras naciones, por lo mismo, saben que es la forma en que se puede tener control de la población al interior, y más porque no es nada fácil poder atender a tanta gente con formas muy distintas de pensar y actuar.

De hecho cuando salieron las imágenes de los migrantes y las quejas que manifestaban, en redes sociales, los comentarios fueron muy agresivos y la mayoría les reclamaba que en su situación no estaban en condiciones de ponerse exigentes, incluso la postura del propio padre Javier Calvillo, es que si así lo consideran, acudan ante derechos humanos y si se comprueba que efectivamente se les violentó alguno derecho, están dispuestos a ofrecerles una disculpa y tratar de resarcir el daño en la medida de lo posible, reiterando que su misión es ayudar a estas personas en un momento complicado de sus vidas.

Hay que recordar que la Casa del Migrante tiene años llevando a cabo esta misión con la que no reciben ningún beneficio, más que la satisfacción de poder servir y apoyar a los que más lo necesitan, incluso hasta a los que no lo necesitan tanto, pues es sabido que, por ejemplo, los migrantes procedentes de Cuba llegan con recursos suficientes como para pagarse una habitación en un hotel, de hecho ellos, los cubanos, llegan hasta nuestra ciudad en avión, por supuesto si tienen para pagarlo están en todo el derecho de hacerlo y la intensión no es la de señalarlos; que bien que lo puedan hacer, se hace la mención solo como ejemplo de que efectivamente, vienen mejor preparados económicamente para llegar hasta los Estados Unidos y lograr en tan ansiado sueño americano, y en el caso de los cubanos también las autoridades norteamericanas, les tienen ciertas consideraciones muy distintas a las del resto de los migrantes, no se sabe si por que los que llegan son gente que, mínimo, tienen la educación básica concluida, y en otros se trata de profesionistas que pretenden conseguir mejores condiciones de vida para ellos y sus familias.

Definitivamente estar fuera del país de origen, para cualquier persona es una experiencia traumatizante, pues no se tiene el respaldo de poseer la ciudadanía que le brinde todos sus derechos y por supuesto obligaciones, los cuales le permiten moverse con plena libertad por territorio nacional lo que ayuda mucho, pues es sabido que a los migrantes que provienen de centro américa, en muchas ocasiones, son blanco de abusos pero no solo de algunos delincuentes si no de ciertas autoridades que al percatarse de que no son mexicanos, los hostigan y hasta les quitan las pocas pertenencias que llevan consigo, y es que hasta a nuestros connacionales cuando son deportados de los Estados Unidos, son víctimas de la delincuencia que de inmediato les quitan lo que las autoridades les entregan para que se regresen a sus ciudades de origen. En fin ser migrante, no es cosa fácil, pero lo ideal sería no complicarlo más al pretender hacer caso omiso a los reglamentos de los albergues a donde les brindan alimento, ropa limpia, un lugar donde asearse y dormir de forma segura en su trayecto en busca de mejores condiciones de vida y esa debería ser la idea…

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