El domingo pasado hubo elecciones en El Salvador, pero eso en nada cambia la dinámica de la migración y el impacto de las remesas en la economía salvadoreña que se van a seguir comportando como en los últimos 40 años.

Hoy las remesas, que en 2018 llegaron a más de 5 mil millones de dólares, aportan el 18 % del PIB. En los últimos 10 años han crecido en 125 %. Representan el 64.7 % de todas las exportaciones.

Si se frenara la actual migración y con ello las remesas, cosa que no va a suceder, ese país entraría en una crisis de dimensiones incalculables. Eso lo saben bien las autoridades y también la sociedad salvadoreña.

Días atrás el Banco Central de Reserva de El Salvador (BCR) dio a conocer el documento “Resultados de la 6ª Encuesta de Remesas Familiares 2018”.
Señalo algunos de los puntos más relevantes del informe:

El Salvador es el país de Centroamérica con más población viviendo en Estados Unidos y ya el cuarto grupo con mayor población de origen extranjero.

En 27.3 % aumentó la remesa promedio en cuatro años al pasar de 312 dólares en 2014 a 398 dólares en 2018.

Aumenta la parte del ingreso destinado a remesas. En 2014, se dedicaba el 14.3% de los ingresos y en 2018 el 16.1%. Las mujeres envían más que los hombres.

Cuatro de cada 10 salvadoreños envían remesas en especie. En total, en 2017 se enviaron 373 millones, el 7.4% del total de remesas.

Los salvadoreños con 20 o menos años de estancia en Estados Unidos son los que envían la mayor proporción de remesas. Destaca el grupo entre 11 y 15 años de permanencia, el cual envía el 22.9% del total de remesas.
A partir de 20 años, baja notablemente la población que envía remesas.

La escolaridad promedio de los remitentes es 8.9 años, arriba de la de la Población Económicamente Activa (PEA), que es 8.1 grados.

El 33.6% de remitentes posee bachillerato y se destaca que el 13% tiene algún nivel de estudios universitarios.

Ocho de cada 10 trabajan en el sector de los servicios en particular: Construcción (17.2%), restaurantes (15.2%) y hoteles (11%).

El 50.8% de los salvadoreños que envía remesas es indocumentado.

El 66.2% de los remitentes no piensa en volver al país en el mediano plazo.

Se estima que cada año más de 350,000 salvadoreños, guatemaltecos y hondureños cruzan México, para ir al vecino del Norte. Son muy pocos los que se quieren quedar en México.

Entre 2015 y 2018 la suma total de las deportaciones de centroamericanos por parte de México y Estados Unidos fue de 729,938. El promedio anual alcanzó los 182,484.

A pesar de esto y de los anuncios de que Estados Unidos no dejará entrar a ningún migrante centroamericano todo señala que al año se logran quedar más de 150,000 en ese país.

Rubén Aguilar Valenzuela

Twitter: @RubenAguilar

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