El optimismo es la locura en insistir que todo está bien, cuando somos miserables. Voltaire, filósofo francés.

Holgamos por ley, entonces, no hay nada de malo en ello, excepto que te das las aburridas del mundo a menos que te decidas a vacacionar por el algún lugar del territorio nacional o de plano te la pases con tus amigotes en la cantina o en el antro, sin importarte que el martes regreses al trabajo con la cruda encima; ya lo bailao quien te lo quita.

Nosotros como simples mortales que ya cumplimos con nuestra vida laboral, holgamos de enero a diciembre, sin ningún remordimiento de "consencia" y si no salimos a vacacionar, es porque nos estamos esperando para próxima ocasión, no vayas a pensar que es por la jodidez ancestral del pueblo de México, lo que pasa es que "semos" ahorradores, sin ser de Monterrey.

Y el que también es optimista como mexicano y más aún ahora que es el jefe de la indiada para quien la república amorosa, se logrará en su sexenio así como su famosa 4T, pidiéndole solamente a su pueblo que lo cuida y lo protege, lo ayuden a realizar estos buenos propósitos, porque al final, será un beneficio para todos los descendientes de Cuauhtémoc.

Y los logros, según el jefe, hay van, pian pianito; por lo pronto ya no hay guerra, hace 60 días 60 que el país está en paz y por ende, los capos del narcotráfico, del crimen organizado, de la delincuencia ídem, no serán perseguidos, porque como los agitadores de la CNTE, ya se van a portar bien y no comerán caca.

Lo malo de este optimismo oficial, es que... NO ES CIERTO, para ejemplo, según el sabio refrán popular, basta un botón y el mes de enero, en esta tierra del Bravo, la H. Ciudad Juárez, cerró su asesinómetro con 109 calaveritas 109, siendo el crimen mas sorpresivo, el ocurrido dentro de la perfumería de Sanborns, en el centro comercial Las Misiones, de triste memoria por lo cobrones que son.

Si le buscamos por todo el territorio nacional, los asesinatos del narco, siguen a todo vuelo, a todo vapor, viento en popa, no se explica la opinión pública, quien le informa al presidente de México, que ya en el país todo está en calma, que el músculo duerme y que la lucha (porque no es guerra) contra el crimen organizado ya se terminó.

Si bien es cierto que por momento la ola criminal baja, no es porque los capos ya se aplacaron, o porque ya tienen controlada a su gente; lo anterior es una percepción falsa, por lo que las autoridades todas, deben seguir combatiendo sin descanso a todos los criminales y capos, que desde hace varios sexenios, tienen de rodillas y humillada, a la sociedad mexicana y me canso ganso de sostener lo que "escribemos", salvo prueba en contrario. Vale.

Por: Cuauhtémoc Monreal Rocha

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