Solucionar la pobreza no es un gesto de caridad. Es un acto de justicia. Es un derecho a la dignidad humana. Nelson Mandela, abogado y político africano.

Nos falta el atrancón y beberecua de fin de año, quedando pendiente la penúltima tamaliza y rosca del Día de Reyes, con lo cual termina el puente holgazán más largo del mundo y sus alrededores y si quieren rematar con más tamales, espérense al 2 de febrero día de La Candelaria; por lo pronto nosotros ya estamos hasta.... aquí.

'Tonces entrémosle al tema semanal que versará sobre la nueva reforma laboral, pues desde 1936 a la fecha, ya perdimos la cuenta de cuantas veces se ha reformado ese marco jurídico de los trabajadores, que más o menos le ha dado cierta protección a los obreros mexicanos, cuyas prestaciones mínimas, como vacaciones, indemnizaciones por muerte en el trabajo, pago de prima por años de servicio y aguinaldo, entre otras, desde hace más de ochenta años, no han sido modificadas, no obstante el alto costo de la canasta básica y el poder adquisitivo del salario.

Al parecer lo que se va a reformar en estas fechas de la Ley Federal del Trabajo, es lo concerniente a los estatutos que deben regir a los sindicatos laborales, respecto a cómo elegir a sus dirigentes sindicales o sea, por voto secreto y directo, pero poco se señala sobre el tiempo que el secretario general nacional de esos organismo, debe permanecer en el cargo, sin derecho a reelegirse bajo ningún pretexto, lo cual deja la puerta abierta para que pseudolíderes sinvergüenzas y pillos como Francisco Hernández Juárez, Carlos Romero Deschamp o Elba Esther Gordillo, se sigan adueñando, de por vida, de los grandes sindicatos nacionales o confederaciones obreras y se enriquezcan IMPUNEMENTE, con el esfuerzo de los trabajadores que dicen representar.

Lo lamentable del caso, es que para hacer esta nueva reforma laboral, el gobierno de la 4T, sólo ha llamado al mamotreto ese del Sindicato Nacional de Trabajadores, que también, mangonea Francisco Hernández Juárez (don Paco para sus achichincles) y quien ahora, también quiere que todos los telefonistas pertenezcan a Morena, solo por sus destos; ¿Y el resto de los demás sindicatos nacionales y confederaciones no cuentan?.

Al parecer no, pues al Congreso aplanadora de Morena, solo le interesa la participación en las reformas a la ley de los camellos, la UNT y otra organización que no recordamos sus siglas y ni falta nos hace, porque ya están supeditadas a Morena y desde luego Paquito, quiere seguir viviendo del esfuerzo de los telefonistas hasta que el Señor Todopoderoso, se apiade de él, tal como sucedió con el lechero Fidel.

No sabemos cuándo despertarán los trabajadores mexicanos quienes, sumisos como ovejas, tienen miedo a enfrentarse a estos vividores disfrazados de dirigentes obreros, quizá porque éstos no comprenden, al igual que estas ratas lideriles y los grandes empresarios, que el trabajo no es mercancía, sino atributo de la dignidad humana. Vale.

Por: Cuauhtémoc Monreal Rocha

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