En el presupuesto 2019 que el presidente López Obrador mandó al Congreso se suprimía al 100 % el recurso destinado al Programa de Coinversión Social (PCS) que en 2018 obtuvo 187 millones de pesos, para el apoyo al trabajo que realizan las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), todas ellas sin fines de lucro.

El gobierno de México siempre ha otorgado muy escasos recursos a las OSC a diferencia de las democracias más desarrolladas que aportan la mayor parte del financiamiento de estas organizaciones porque entienden que los recursos públicos no son del gobierno sino de toda la sociedad. El gobierno ve cuál es el mejor lugar, para invertirlos en beneficio del conjunto social.

La práctica de los países y los organismos internacionales demuestran, con mucha información de campo, la rentabilidad que tiene para los países y la comunidad internacional financiar a las OSC que, en su operación, son mucho más baratas que los gobiernos, trabajan en espacios donde estos no suelen estar y sus programas están a cargo de profesionales comprometidos y con fuerte vocación de servicio social.

El 18 de diciembre más de 500 OSC y cerca de mil personas enviaron una solicitud a la Cámara de Diputados donde pedían que no desapareciera esta partida. "La desaparición de este presupuesto afectaría sustancialmente el trabajo de miles OSC que, junto con el gobierno, coadyuvamos a la construcción de un país democrático, incluyente y plural con oportunidades para más mexicanas y mexicanos".

Los firmantes de la solicitud recordaban que "durante el proceso electoral, a través de la Agenda de la Tercera Cumbre Ciudadana, el ahora presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, a nombre de la Coalición Juntos Haremos Historia, suscribió el compromiso de incrementar el presupuesto federal destinado a programas que apoyan a las actividades realizadas por organizaciones de la sociedad civil, con el apoyo del Congreso Federal".

En 2016, el sector de las OSC generó, con su actividad, 559,490 millones de pesos, que equivalen al 3% del PIB del país, empleó a más de 1.5 millones de personas y más de 2 millones de personas colaboraron como voluntarias con ese sector, según el INEGI.

En las sociedades democráticas más desarrolladas se asume que la construcción del Estado es una tarea compartida entre los tres actores que lo integran: el gobierno, el mercado y la sociedad civil organizada. El gobierno, un actor del Estado, promueve la participación de los otros actores en la construcción de lo público que es como se puede garantizar la gobernanza.

De sus distintas intervenciones se deriva que el presidente López Obrador no entiende el papel que juega la sociedad civil organizada y se sigue manejando en la vieja visión, que ahora ya no se puede sostener, de que el gobierno es lo mismo que el Estado. No es así. Para hacer un buen gobierno es urgente que cambie su concepción y construya con los otros dos actores del Estado.

Como resultado de la presión de las OSC se logró que en el presupuesto del 2019, el Programa de Coinversión Social (PCS) se destinaran 129 millones de pesos, 58 millones de pesos menos que en el 2018. Así, el presidente no cumplió con un compromiso de campaña. No inicia bien la relación entre el nuevo gobierno y el sector de las OSC. Las prioridades de los gobiernos se traducen en el presupuesto. Para el presidente López Obrador no es importante la sociedad civil organizada.

Rubén Aguilar Valenzuela

Twitter: @RubenAguilar

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