Estrenando sexenio, esperamos, no la cuarta transformación de México, sino la cuarta corrida de toros en la plaza más grande y cómoda der mundo, donde, ante poca afición, se corrieron 6 toros 6 de la ganadería queretana de Xajay, que resultaron difíciles para los toreadores, que fueron, por orden de antigüedad, un hispano y dos mexicanos, sucediendo las cosas en el ruedo, más o menos "ansina".

De berenjena y oro vistió Diego Urdiales, quien como director de la lidia, se enfrentó a 3 tíos 3, que no le permitieron el lucimiento, no obstante que el riojano, trató de justificar sus emolumentos; "Muñeco, Barbareno y Sevillano", fueron los bureles a los que se enfrentó el nacido en Arnedo; lamentablemente Ventura, dadas las condiciones de los animales, no nos dejó saborear con su toreo, el buen poso de los tintorros riojeños, no obstante su apasionada entrega en el ruedo.

El segundo espada, vestido de obispo y oro, fue el rubio que en su momento, todas quisieron, Octavio García, para quien la tarde fue aciaga, `pues su primer enemigo de nombre "Don Rodolfo", al iniciar su faena de muleta por el lao derecho, el tío estiró la gaita y le propinó un fuerte puntazo, que tuvo que ser llevado a la enfermería de donde a los pocos minutos salió para matar al marrajo, pero como el golpe fue tremendo, al volver el queretano a la enfermería, el jefe de los servicios médicos, a quien El Payo le había brindao la muerte del burel, ya no lo dejó volver al ruedo y por eso Diego Urdiales, tuvo que matar tres bichos.

La trilogía la compuso, vestido de verde botella y oro, Sergio Flores, a quien le tocó lo más potable del encierro para llevarse una oreja en la espuerta de "Ganaderito y si bien el tlaxcalteca no armó el gran lío con la muleta con "Silverio", logró saludar desde el tercio, arrancando los mejores oles de la tarde con su segundo enemigo, al que pudo haberle desorejao de no haber fallao nuevamente con la espada, por lo que al cortarle solo una, Sergio dejó escapar el triunfo grande, al no salir a hombros y por la puerta grande. Vale.

Barrera de sol

Por: Manolo de la Laguna

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