Me resulta verdaderamente increíble conocer lo fácil que puede ser tomar la decisión de modificar las leyes para ajustarlas a las decisiones del nuevo gobierno federal, lo lamentable es que en ciertos casos esto se hará, al menos eso se puede inferir, luego de las declaraciones de Martí Batres, presidente de la mesa directiva en el Senado de la República, con miras a favorecer a una sola persona, ya que resulta que Paco Ignacio Taibo II, quien se dio a conocer será el próximo director general del Fondo de la Cultura Económica, nació en Gijón España en 1949, y es, precisamente la Ley Federal de las Entidades Paraestatales la que le impide ostentar tal nombramiento, y esto lo señala claramente el artículo 21 en el que plantea como requisito "ser ciudadano mexicano por nacimiento y que no adquiera otra nacionalidad"

Ante lo anterior, Batres dijo categórico que para salvar ese obstáculo se modificaría la ley, pues resultaba anacrónica, incluso la modificación está sustentada en eliminar la discriminación por nacionalidad o género a causa de la redacción actual de la ley, como si no existiera ningún mexicano de nacimiento con la capacidad suficiente para estar al frente del Fondo de la Cultura Económica, y más porque el escritor prácticamente se puso sus moños al afirmar que no va a renunciar a ninguna de su actuales actividades, que son muchas, para poder dirigir dicho fondo, y la verdad no sé qué necesidad tengamos los mexicanos como para soportar que este escritor, por muy brillante que sea, nos haga el favor de ser funcionario público cumpliéndole todas sus exigencias, cuando es evidente que no es su máxima ilusión. ¿Qué no sería mejor y más fácil buscar un mexicano de nacimiento que verdaderamente quiera tal encomienda? Seguramente que debe haber decenas con el perfil adecuado, lo malo es que seguramente les faltan las palancas necesarias para conseguir su cometido.

Lo anterior también sugiere que, pese a que López Obrador afirma que no se reelegirá. Si más adelante cambia de opinión, como lo ha hecho con el tema de regresar a los militares a sus cuarteles, tendría amplias posibilidades de que sus legisladores se lo concedieran, ello independientemente de que para eso se requiere de una mayoría calificada, esto es, que dos terceras partes de los legisladores votaran a favor de tal modificación; pues como están las cosas en las que hemos sido testigos de maniobras políticas como en la que el Partido Verde Ecologista de México le pasó tres diputados a Morena, a cambio de otorgarle licencia al senador de ese partido, Manuel Velasco, para poder regresar a Chiapas a concluir su mandato como gobernador, nada se puede descartar, por supuesto que espero que eso no ocurra para bien de nuestro país, pues está visto que permanecer en el poder corrompe, sino pregúntenle a Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, quien afirma que no es dictador y el que lo diga que se vaya muy lejos.

Definitivamente va muy acelerado el presidente electo de México y será cosa de verlo ya como mandatario, para saber si seguirá imponiendo sus decisiones o si de verdad el poder legislativo y el judicial serán auténticamente independientes, pues esa es la idea…

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