Chihuahua.- Bajo la premisa Rendición de Cuentas en Finanzas Públicas, se desarrolló el primer panel del Encuentro Nacional Anticorrupción 2018, en el que académicos, investigadores y servidores públicos, compartieron sus experiencias y puntos de vista al respecto, en el museo Casa Chihuahua de la capital del estado.
Al fungir como moderador, Héctor Acosta Félix, quien ha sido designado para ser el auditor superior del Estado de Chihuahua (ASE) a partir de enero de 2019, planteó la perspectiva del Panel 1, respecto al análisis del nivel de transparencia que existe y debiera aplicarse en México.
María Marván Laborde, del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Autónoma de México, dijo que el combate a la corrupción tiene que abordarse a partir de la construcción de un Sistema de Integridad del servicio público y la sociedad, para exigir que se rompan todas las cadenas de corrupción.
En ese sentido recalcó que la agenda anticorrupción siempre ha estado en manos de la sociedad civil, que ante temas como Ayotzinapa, la Casa Blanca y Odebrecht, han impulsado la rendición de cuentas.
Sin embargo, advirtió que en su experiencia ha visto que la transparencia no es igual a una mejora en la integridad, pues sin la rendición de cuentas es igual a cinismo, que es la problemática más sensible que enfrenta México.
Consideró que hablar de corrupción política siempre implica hablar de corrupción electoral, toda vez que las finanzas públicas y las electorales están íntimamente entrelazadas.
“Tan ilegal es el dinero del Municipio, del Gobierno o de la Federación, que entra a los procesos electorales, como el del crimen organizado. Exactamente igual de ilegal, a lo mejor todavía más dañino el de los gobiernos porque ese parece bueno. Si algún problema hubo en Chihuahua es ese”, puntualizó.
Por ello abonó que se incorpore a la Fiscalía Especializada para la Atención a Delitos Electorales (Fepade) al Sistema Nacional Anticorrupción que aún no ha nacido y ya debe corregirse.
Lamentó que el sistema electoral mexicano y su larguísima transición, pese a favorecer el pluralismo, no busca ciudadanos sino clientes y se alimenta a partir de los programas sociales al desviar las finanzas públicas para perpetuar la pobreza.
“El problema en México es que no solo está permitida la corrupción, sino que es aplaudida. En México está permitido robar y mentir. Hay que formar un sistema de integridad”, concluyó.
A su vez, el panelista Guillermo Cejudo Ramírez, del Centro de Investigaciones y Docencia Económica (CIDE) enfatizó la trascendencia de simplificar los procesos para implementar las políticas públicas y de la interacción entre ciudanía y gobierno.
Observó que más que insistir en mecanismos de control, vigilancia y persecución, se debe sustituir por la administración de un Servicio Profesional de Carrera que termine con la falta de institucionalidad y altísima rotación de funcionarios públicos que adolece en México.
“Combatir la corrupción no puede ser a costa de la fortaleza de la administración pública. Creo que todos queremos una administración honesta, transparente, íntegra, pero para eso tiene que ser profesional, capaz, competente y eficaz, y ese será también uno de los principales antídotos para la corrupción”, manifestó.
Joel Salas Suárez, comisionado del Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), invitó a la ciudadanía a utilizar todos los datos publicados para detonar los procesos reales de rendición de cuentas.
Opinó que el gran desafío que hoy tiene una sociedad civil fuerte, es hacer de verdad pública la vida pública, ya que la transparencia es lucha que viene desde hace tiempo, sobre todo en los últimos 15 años.
“Creo que es momento de apropiarnos de ese diseño institucional, exigir que se mantenga, exigirnos a las instituciones que estemos a la altura. Salgamos de la lógica de las clientelas políticas a la lógica construcción de la ciudadanía”, apuntó.
