La Comisión Global sobre Política de Drogas, que se funda en 2011, está integrada por 22 miembros que incluye a empresarios, gente de la cultura, dos premios Nobel y a 12 ex Jefes de Estado o de Gobierno. Su misión es promover reformas a la actual política de drogas con base a la evidencia.

En México, la organización decidió presentar su informe 2018 Regulación, el control responsable de las drogas que se dio a conocer el pasado lunes. Es un documento de 58 páginas que invita a los gobiernos a poner en marcha una estrategia efectiva de regulación de las drogas.

Se plantea que la política de regulación es fundamental si realmente se quiere reducir el mercado ilegal de las drogas y los daños que trae la prohibición. Se reconoce que esta propuesta desafía los términos del actual debate público sobre el tema.

Para avanzar ya en la línea de la regulación se hacen siete recomendaciones:

Las drogas actualmente prohibidas deben ser reguladas.

Quienes formulan las políticas deben buscar evidencia sobre la regulación legal de las drogas y deben abrir procesos participativos locales y nacionales para determinar las reformas.

Los estados deberían considerar experimentar con la regulación incremental de drogas de menor potencia.

Las legalizaciones no deben dejar atrás a las personas y a las comunidades más afectadas por la prohibición cuando regulan legalmente los mercados de drogas.

Los estados deben maximizar las oportunidades de desarrollo que ofrece la regulación de los mercados de drogas. Esto significa redistribuir los recursos para mitigar los cambios previstos en la actividad del crimen organizado.

Los estados miembros de las Naciones Unidas deberían considerar urgentemente las diferentes opciones para modernizar el régimen internacional de fiscalización de drogas a fin de satisfacer las necesidades actuales de todas las partes interesadas y afectadas por la política de drogas.

El secretario general de las Naciones Unidas debería encabezar la reforma de la gobernanza del régimen internacional de fiscalización de las drogas.

El cambio de la actual política de drogas debe garantizar la promoción de la salud pública, la integración social y la seguridad, en el marco de un estricto respeto a los derechos humanos. Urge dejar atrás el paradigma prohibicionista y punitivo, que no ha funcionado. La evidencia es abrumadora y también lo es que la regulación reduce el daño a la salud y a las sociedades.

La propuesta de la comisión debe ser analizada a fondo por el gobierno que asume sus funciones el 1 de diciembre. Si de verdad quiere cambiar la estrategia de lucha frente al narcotráfico, para reducir los índices de violencia, tiene en el documento de la comisión una guía precisa y puntual. Es el resultado del trabajo de los expertos del mundo más reconocidos. No hay que inventar el hilo negro.

Rubén Aguilar Valenzuela

Twitter: @RubenAguilar

Compartir:
Publicidad
Enlaces patrocinados