Definitivamente es para molestar a cualquiera el hecho de conocer que quienes más agreden a los oficiales de tránsito, son gente que viene de El Paso Texas, por supuesto, es necesario aclarar que, como en todo, existen paseños, que son verdaderos ejemplos del buen actuar en el lugar donde estén, pero me refiero a los que, a lo único que vienen es a hacer lo que del otro lado no se animan, es decir, beber en exceso y conducir, tirar basura en la vía publica, caminar por donde se les pegue la gana, pretender comprar con un dólar medio Juárez y demás etcéteras que la gente que los conoce sabe a lo que me refiero; y es que la verdad, del lado americano, no se atreverían a siquiera desobedecer a un oficial del orden, cualquiera que este sea, debido a que saben perfectamente que ellos, los elementos americanos, no se andan con cosas, hacen que se cumpla la ley y punto, porque para eso están y con eso en mente, someten a quien tengan que someter, llámese mujer, persona de la tercera edad, menores, sean de color, anglosajones o latinos, para ellos es lo mismo, además de que cuentan con todo el apoyo de la corporación a la que pertenezcan, por eso mismo es que no les importa si los graban y los suben a las redes sociales, sabedores que están haciendo su trabajo y pese a que los métodos, en ocasiones parecen no ser los más adecuados, la verdad es que mantienen el orden a donde llegan y la gente, aun con esas rudezas, los respeta.

También es conocido que en caso de que alguien agreda a un oficial se tendrá que enfrentar a severas penas y peor aun si llega a quitarle la vida a uno de estos servidores públicos, porque entonces se le perseguirá por todo el territorio estadounidense hasta ser detenido y sometido a juicio para aplicarle la sanción correspondiente; así que muy poca gente se anima a siquiera pensar en desobedecer una orden proveniente de uno de estos oficiales, ya que las pruebas de que no son nada tolerantes están en las redes sociales, con cientos de videos que los muestran en plena acción y, como diría Alejandro Fernández, “Sin tantita pena”, sometiendo a quien sea.

Por lo anterior es sumamente molesto que quien sabe perfectamente que a los representantes del orden se les debe respetar, simplemente se olvidan de eso y agreden, ya sea verbal o físicamente a los elementos de tránsito que lo único que están haciendo es su trabajo, incluso esa justificación de que algunos tránsitos se pasan y tratan de infraccionar a quien nada cometió, es solo eso, una justificación que simplemente no aplica, de hecho nada justifica una agresión, lo que se debe hacer en esos casos es dialogar con el agente, exigiendo de forma respetuosa que le compruebe que efectivamente se efectuó una violación al reglamento de tránsito.

Las agresiones a los vigilantes del reglamento de vialidad van desde empujones, insultos, arrojarles las infracciones o simplemente dejarlos con la boleta en la mano, a sabiendas que, incluso reteniéndoles sus licencias, pueden volver a tramitarlas sin ningún problema.

Y es que con simplemente detenerse por un momento a observar cómo se comportan una buena parte de los conductores en Juárez, con eso basta para entender que los oficiales de vialidad no necesitan detener a conductores sin cometer ninguna irregularidad, pues es hasta cierto punto normal, ver como en pleno día, hay conductores, muchos con placas de Texas o Nuevo México, que con singular descaro se pasan un semáforo en rojo, transitan sin detenerse ni por error donde hay un señalamiento de alto, darse vuelta en “U”, invadir el espacio reservado en las esquinas para que el peatón cruce sin peligros, invadir los cajones de estacionamiento para minusválidos sin serlo, nada más porque no están acostumbrados a caminar, meterse en sentido contrario, por ahorrarse unos cuantos metros de rodeo, transitar a exceso de velocidad, por donde se les pegue la gana sea zona escolar, u hospital y los ejemplos siguen y siguen y la verdad no es por desconocimiento del reglamento, sino simplemente porque así lo deciden, prueba de ello, es que todos los ejemplos anteriores, quienes los llevan a cabo, ni en sueños los harían en las calles de El Paso Texas, y esa es una verdad absoluta, es decir, no se presta a interpretaciones personales, así que sería bueno que a los oficiales se les apoyara más en sus intervenciones, pues así como hay malos elementos, los hay muy buenos, que con todo lo que ven, en ocasiones no se animan a imponerse y aplicar el reglamento y esa, la verdad no es la idea…

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