En México el conseguir un buen empleo no es imposible pero si muy complicado, sobre todo, para las nuevas generaciones de profesionistas que todos los años egresan de las distintas universidades, quienes se quejan de que al momento de acudir a las diversas empresas que ofrecen puestos de trabajo, uno de los principales obstáculos que enfrentan, es la falta de experiencia, la cual por obvias razones no tienen y por lo mismo el reclamo de que piden experiencia pero no hay forma de tenerla puesto que no han trabajo anteriormente, por lo menos en el puesto que están buscando, el cual está relacionado con lo que acaban de estudiar, claro está que también se puede ir comenzando desde otro nivel y no precisamente como, por ejemplo, administrando alguna negociación, en el caso de que se trate de un licenciado en administración de empresas, pero en fin hay quienes encuentran excusas y otros las alternativas ante los obstáculos que se presentan

Pero volviendo al tema de la experiencia, la mayoría de quienes tienen un trabajo consiguieron el desarrollo de habilidades y destrezas, precisamente a lo largo del tiempo y entre más tiempo se lleve a cabo una actividad en específico, mayor será el grado de maestría alcanzado, por lo mismo, si se comenzó, por ejemplo, a la edad de 22 años, ya para los 32 se tienen 10 años de experiencia y si se llega a los 40, estaríamos hablando de 18 años, que si se acude a un médico que nos afirma que tiene 18 años de experiencia, sin duda nos provoca mayor confianza que quien afirma tener solo dos o ninguno; lo mismo ocurre con un mecánico, electricista, abogado, etc., de esta forma, a mayor experiencia, mayor será el nivel de confianza depositada en un profesionista o cualquier otra persona que lleve a cabo una actividad específica, ya que ello habla de lo bien que está capacitado para hacer su trabajo, de otra forma no tendría tanto tiempo en lo mismo; imagínese alguien que tenga 30 años o más haciendo lo mismo y que todavía cometa errores garrafales, eso simplemente no lo podríamos creer, aunque como seres humanos podemos, en algún momento, llegar a equivocarnos, pero la experiencia hace que sea más difícil que eso ocurra.

Todo lo anterior se lo comento porque según cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, (INEGI) las personas de más de 40 años padecen de desempleo, precisamente por su edad y las cifras son de casi 470 mil.

Y es que según un artículo publicado en el periódico Excélsior en su sección “Dinero”, afirma que la edad se ha convertido en un filtro que utilizan los empleadores al momento de seleccionar a su personal, el mismo articulo refiere que, según expertos las personas mayores de 40 años tienen dificultades para adaptarte al uso de las nuevas tecnologías y por eso la discriminación de parte de ciertas empresas. Y pese a que están fuera del rango de edad que están buscando buena cantidad de compañías, no se les considera un grupo vulnerable de la sociedad, pero definitivamente son objeto de discriminación, aunque la realidad es que a los 40, tanto hombres como mujeres están en plenas facultades y más actualmente en que algunas personas ponen mayor atención a su cuidado personal, por lo mismo dicen que los 40 son los actuales 30, y así le vamos quitando una década a la edad; y derivado de este nivel, la mayoría de quienes estamos en ese rango de edad. No es que no podamos adecuarnos a las nuevas tecnologías, sino que existe gente que se resiste a utilizarlas, pues está visto que quien tiene la voluntad de aprender, lo puede hacer a cualquier edad, se trata solo de, como ya lo mencioné, voluntad, lo malo es que en ocasiones ese criterio no lo comparten los empleadores quienes insisten en poner los 40, como tope para contratar.

A lo anterior se presenta otro problema; y es que a los profesionistas nos educan para solicitar trabajo, no para crear empresa, lo cual representaría la alternativa para quien, por la edad o alguna otra razón, no encuentra un buen empleo, claro que echando a perder se aprende y es así como mucha gente sale adelante, utilizando los conocimientos que ha acumulado a lo largo de su vida y se decide a emprender, por lo mismo esas empresas, algunas son pequeños changarros que se quedan solo en eso, mientras otras son de las denominadas PyMES, mismas que finalmente van creciendo para convertirse en franquicias o en negocios bastante rentables; así que nunca se debe dejar de aprender y pensar en algún momento emprender y no solamente después de los 40, sino incluso las nuevas generaciones de egresados deberían contar con la capacitación necesaria para iniciar un negocio, y esa debería ser la idea…

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