Hay que comer para vivir, no vivir para comer. Ciserón, político romano.

Fuera del chismorreo politiquero y de la matazones de la delincuencia organizada, en esta chulada de país, no pasa nada, todo está en calma, el músculo duerme como dice el tango; la humanidad entera espera el inicio del campeonato mundial de furbol en la madre Rusia, tierra de Iván el Terrible, de Pedro el Grande, de Catalina la Grande, del rio Volga, en cuyas aguas se refleja el alma rusa, según escribieron sus poetas.

Sin embargo dentro de la esfera oficial estatal, no faltan los chismes, las verdades entre comadres, la sacadera de trapitos al sol y en esta ocasión le tocó el turno al Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Chihuahua que, por sus gustos refinados y su gusto a los placeres y comidas caras ¡joder!, ha sido la comidilla del día, convirtiéndose en un tribunal sibarita.

Resulta que los señores encargados de impartir la justicia al más alto nivel chihuahuense, tienen un gusto muy refinado para comer y beber y ¡claro!, son mexicanos de primera, distinguidos, no son singulares "beeners" como tú amable lectora (or), nada de eso, los caballeros y las caballeras de ese HH. Tribunal, son finos, son de clase, casi, casi del "jet set", faltaba más, faltaba menos.

Y todo está bien, hay que saber comer, saber beber, saber distinguirse del resto de la indiada, a la cual se le conforma dándole solamente pan y circo y en caso de que tengan hambre, darles pasteles, como dicen que dijo doña María Antonieta, la de Francia, no la compita que anda de candidota a una curul federal.

Lo malo del asunto y donde la puerca tuerce el rabo ¡olé!, es que los gastos de los señores y señoras impartidores de justicia estatales, no pagan con su dinero, sus exquisitos gustos, sino con los dineros del pueblo, con los dineros de los contribuyentes como tú y como yo, por lo que al ser descubierto el derroche de recursos del erario público en gastos de salmón, mariscos, finos cortes y deliciosas nueces, para tan distinguidos miembros y miembras justicieras, "pos" de sopetón les pararon el alto.

Ahora los señores (as) del Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Chihuahua, solamente podrán gastos dinero del pueblo que les paga muy bien sus emolumentos, en comprar para satisfacer su voraz apetito, agua, galleticas y café, siempre y cuando éste no vaya a ser capuchino, solo café americano regular o descafeinado y uno que otro bocadillo sin que sea caviar, porque entonces no saldríamos de los "mesmo".

"Sic transit gloria mundi" o lo que es lo mismo,: Así pasa la gloria por er mundo ¡joder!; entonces señores del Tribunal justiciero, dejen su gusto sibarita y resígnense a ser más modestitos en sus comidas y bebidas porque de aquí en adelante, solamente agua y ajo señores (as). Vale.

Por Cuauhtémoc Monreal Rocha

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