La serie de ejecuciones, que no simples asesinatos, ocurridos a últimas fechas, obliga a reflexionar sobre las probables causas, motivos o razones de éstas y a tratar de entender los valores de la cultura del honor y la lealtad de la mafia.

A diferencia de los políticos, funcionarios públicos y empresarios, que hacen de la traición su principal estrategia de éxito, los mafiosos que se respeten a sí mismos, están regidos por un estricto Código de Honor y por la Ley del Silencio.

En el mundo de la delincuencia organizada al que muchos empresarios y políticos de México y Oaxaca se han incorporado, es un principio incontrovertible que la mafia no perdona las traiciones, para evitar desaparecer como poder fáctico.

Da igual que los traidores sean simples "soplones", que se roben unos kilogramos de marihuana o de cocaína que una tonelada o bien, que en las operaciones de "lavado", no paguen o se roben unos miles de pesos o dólares que un millón.

La conclusión obligada, lógica y natural, es que quienes traicionen o roben a la mafia de todos modos, se van a morir más temprano que tarde. No importa que sean políticos, funcionarios públicos o, sobre todo, empresarios.

Las ejecuciones de los traidores son el mayor mecanismo de autodefensa y supervivencia de la mafia. Si ésta perdona a los traidores, no solo se desprestigia, sino que sienta un precedente sumamente negativo.

El crimen organizado incluyendo al de "cuello blanco", representado por los propios políticos y gobernantes, no se puede dar el lujo de perdonar a los traidores, porque sirve de mal ejemplo para todos los demás y el mal ejemplo cunde.

A la luz de esta poco conocida realidad, no podemos menos que advertir que aquellos que traicionen a la mafia deben ponerse a temblar porque su traición es una grave ofensa que solo se lava con sangre; de tal manera que las ejecuciones continuarán.

Que no nos sorprenda, entonces, que más pronto de lo que nos imaginamos sigan siendo ejecutados otros empresarios más a los que seguramente se sumarán algunos políticos y funcionarios públicos o ex funcionarios.

Ahí está el caso de Pascual Mortera Beltrán, ex tesorero del ex presidente municipal de San Juan Bautista Tuxtepec y actual Secretario de Desarrollo Social (SEDESOL), Eviel Pérez Magaña y del ex munícipe César Torre Loyo.

El empresario maderero fue asesinado la mañana de este martes en Tuxtepec, considerado corazón de la región de la Cuenca del Papaloapan, en el que también recientemente se atentó contra el dirigente de la Unión Ganadera Regional, Gabriel Cué Sacre.

La agresión en la que resultó herido a balazos en el rostro el líder ganadero, durante un supuesto intento de secuestro, causó gran revuelo a nivel local y nacional, porque es padre del delegado de la SEDESOL, Gabriel Cué Navarro.

Llamó poderosamente la atención el atentado a Gabriel Cué Sacre, porque éste es cuñado de Raúl y José Bolaños Cacho Guzmán, presidente del Tribunal Superior de Justicia y gerente de DICONSA, respectivamente, y tío del candidato a Senador por el Partido Verde, Raúl Bolaños Cacho Cué.

La ejecución de Pascual Mortera Beltrán, quien se vio involucrado en actos de corrupción por los que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) inició proceso contra el ahora occiso, vino a sumarse a la ejecución este lunes de Ana Luisa Díaz Facundo de 60 años de edad, propietaria del hotel Loma Bonita y trabajadora de Petróleos Mexicanos.

De acuerdo al reporte de las primeras investigaciones, dos hombres en motocicleta dispararon al ex funcionario municipal Pascual Mortera Beltrán, de profesión contador, lo que provocó que perdiera la vida y estrellara su vehículo en un poste.

El cuerpo del occiso quedó en el interior del vehículo de la Ferretería y Maderería La Asunción con varios disparos en el cuerpo. Los hechos ocurrieron en la privada Mancilla en San Juan Bautista Tuxtepec, corazón de la Cuenca del Papaloapan.

Según los primeros reportes, la víctima iba conduciendo una camioneta de la empresa 'La Asunción', en la que se desempeñaba como gerente, cuando fue atacado a balazos y falleció dentro del vehículo y cuya muerte puede ser un mensaje a los propietarios de la empresa.

Recientemente escribimos que la terca realidad, que finalmente termina por imponerse, confirma una verdad irrefutable: Una vez más, la muerte tiene permiso en Oaxaca. El actual proceso electoral federal está, por tanto, bajo fuego.

Quienes "calientan la plaza" desde el crimen organizado… político o bien, desde la delincuencia organizada, ejecutan por igual a empresarios, dirigentes sociales, políticos y líderes sindicales.

Pedro Matías, corresponsal de la Agencia Proceso ha informado que "políticos que están en busca de un puesto de elección popular han sido blancos de la delincuencia organizada. Las víctimas, hasta el momento, son familiares de los aspirantes que se encuentran desaparecidos u hospitalizados por atentados".

"Entre los casos recientes se encuentra el de Hirery Domínguez Santos, precandidata del Partido Verde Ecologista de México (PVEM) a la alcaldía de San Juan Bautista Tuxtepec, cuyo hermano José Hever Castro Santos fue secuestrado el 7 de marzo cuando operaba su tráiler en el tramo Perote-Cardel".

"Al respecto, la aspirante a alcaldesa dijo en conferencia de prensa que, pese a que su familia está lastimada por la desaparición de su hermano, ella mantendrá sus aspiraciones políticas".

"Me duele en el alma, pero esto me da fuerza para seguir adelante. El atentado, secuestro o soborno, no sé cómo llamarle, pero sé que también quieren ejercer presión sobre de mí; no iban por la unidad de transporte, iban nada más por mi hermano", denunció.

"Domínguez Santos reveló que el lunes 12 a las tres de la mañana recibió un mensaje proveniente de un priista que ella conoce y en el que le decía que "por qué no renunciar a la precandidatura, porque por ahí probablemente venga la situación".

Detalló: "El número es conocido, de un priista que yo consideraba mi amigo, pero en esto no hay amigos. Quizá pensaron que me encontraría emocionalmente quebrada y dijeron 'este es el momento de hacer que renuncie'; intentó meterme miedo, pero lo digo de antemano, no tengo miedo; tengo mucho dolor en el corazón. Sin embargo, no me amedrento ni nada".

Los asesinatos generalmente tienen las características de ejecuciones al realizarse por dos sujetos que se transportan en motocicleta, "modus operandi" importado del narcotráfico de Colombia.

Otros detalles que deben llamar poderosamente la atención de los investigadores de la Fiscalía General del Estado es el tipo de arma utilizada, como las llamadas "matapolicías", calibre 40.

Otro denominador común de los probablemente ejecutados o víctimas de atentados es contar con cuantiosas fortunas, algunas veces con origen desconocido y hasta presuntamente oscuro.

Una de las pistas de investigación que frecuentemente garantizan aclarar los crímenes es seguir la huella del dinero, tarea que corresponde a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de Hacienda.

El lavado o blanqueo de dinero sucio del crimen organizado y del narcotráfico, se ha convertido para muchos empresarios en México y Oaxaca la más importante fuente de riqueza mal habida.

Enloquecidos por la soberbia equivocadamente creen que pueden disponer a manos llenas, sin ningún límite, de dichas fortunas, o traicionando y robando a la delincuencia organizada.

Estúpidamente olvidan que a diferencia de los políticos y empresarios traidores, los mafiosos se rigen por un Código de Honor, fincado en el respeto y la lealtad, que no perdona las traiciones.

La venganza no solo es un platillo que se come frío para degustarlo, suave y lentamente, como el amor, sino lo más importante es que para consumarla, no hay ninguna prisa, hay que planearla.

En la vieja tradición del mundo de la mafia, suele recomendarse que antes de cobrar venganza y matar al traidor es recomendable enloquecerle con el terror y si es necesario matar a sus hijos.

Al aparecerse frente a su casa, su trabajo, la escuela de sus hijos, el restaurante donde come con la su familia llevará al traidor a la desesperación, a arrepentirse de su crimen y a desear la muerte.

Ése es el momento oportuno para pasar la factura al traidor, en su propio hogar, en su centro de trabajo o en la vía pública, sin importar si es de noche o de día, estando solo o acompañado.

La ejecución de Wilfrido Sánchez Cruz, dirigente de la Sección 198 de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), vino a sumarse al baño de sangre que flagela a la entidad.

La violencia brutal en casos, como el del empresario Francisco Silva Cancino, hizo presa también al líder ganadero de la Cuenca del Papaloapan, Gabriel Cué Sacre, ligado al grupo en el poder.


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