Ciudad Juárez.- Al pensar en el Día Internacional de la Mujer enseguida viene nuestras a mentes la imagen de grandes mujeres que día a día trabajan por la igualdad en todos los ámbitos sociales y culturales que nos rodean y que han logrado cambios que marcan la historia.
¿Pero qué hay de esas mujeres que han luchado incansablemente por cambiar su propio destino?
Historias de aquellas que en su mundo desafían sus obstáculos y logran sus propósitos, aunque eso implique un final no del todo feliz. Si te gustan las historias basadas en las costumbres japonesas, las biografías y las mujeres que demuestran coraje y valor sobre las tradiciones impuestas a su persona, estas recomendaciones te pueden interesar.
Memorias de una Geisha: un hombre hecho motivación
Basada en la novela de Arthur Golden, publicada en 1997, quien a su vez basa su obra en las experiencias reales de una geisha, y le inyecta una gran historia llena de sentimientos encontrados, que nos acerca a la vida de una chica que no tiene más remedio que enfrentarse a su destino, casi sin poder elegir, y ver cómo al final consigue lo que se ha propuesto a base de mucho esfuerzo.
Dirigida por Rob Marshall fue llevada al cine en 2005 y nos cuenta la historia de Chiyo, quien es vendida por su padre, junto con su hermana, para ser educada como geisha según las viejas tradiciones.
Cuando Chiyo apenas ha comenzado su formación como geisha, es castigada y relegada a criada, por lo decide huir para evitar esa vida. Pero un encuentro fortuito con un hombre que la hace sentir especial, la hace desear más que nunca convertirse en geisha para volver a verlo, por lo que Sayuri (nombre de geisha de Chiyo) tendrá como único objetivo ser la mejor para conseguirlo.
Tanto el libro como la cinta giran en torno a las costumbres y tradiciones orientales y la base sobre la que se educa a las geishas en Japón, dotándola de belleza en sus planos, en las composiciones, en los entornos y en el vestuario. Pero al mismo tiempo, nos muestra que la mujer era esclava de esa belleza y lo máximo a lo que podía aspirar en la vida es a un hombre que la proteja, admire su belleza y cuide de ella en secreto, y Sayuri no descanso hasta lograrlo. Encontró eso que había estado deseando, supo que no todo era dolor, supo que cada paso dado no había sido en vano, entendió que quizá la vida era una esperanza pero que no solo se debía anhelar o esperar por ella, sino que se debía luchar para poder encontrarla.
Finalmente su sacrificio trajo como consecuencia su retiro como Geisha, pero no importa, pues lo único que había buscado siendo una, fue concedido.
Si viste la película pero aún no lees el libro, te sugiero que lo hagas, puedes encontrarle mucho mas sentido a la historia, además de que el autor es sumamente meticuloso en los detalles descriptivos de cada situación, sin contar con que el final del filme sólo llega hasta cierto punto, lo que en mi opinión, podría mal interpretar el desenlace.
"No le puedes decir al sol, más sol. Ni a la lluvia, menos lluvia. Para un hombre, una geisha solo puede ser media esposa. Somos esposas del anochecer”.
La vida secreta de Joya de Oriente: mezcla de realidad y ficción
De esos libros que llegan a tus manos de forma inesperada y especial, fue como llego a mí esta obra. “La vida secreta de Joya de Oriente” es una novela basada en la extraordinaria vida de una princesa manchú, cuya sorprendente imagen, la de una bella muchacha vestida de hombre, llamó la atención de su autora cuando la vio aparecer en la película "El último emperador" y se propuso darle vida, a través de la ficción, contando lo que había convertido a Joya de Oriente en la mujer que llegó a ser.
Contada en primera persona, y con una lectura rápida, amena e intrigante, Joya de Oriente nos irá contando su vida, desde el comienzo de su historia a los 8 años hasta el momento de su ejecución. Se trata de una lectura que atrapa desde el primer momento, cautivadora, hipnótica, fascinante, que nos sumerge en todo un mundo repleto de momentos históricos, intrigas políticas y secretos de alcoba.
Dividido en capítulos y partes bien diferenciadas, nos irá contando su vida, como sus travesuras infantiles la llevaron a ser trasladada de la casa de su padre a la casa de su tío en Japón, cambiando su nombre por Yoshiko, cómo se negó a aceptar un matrimonio concertado, entregándose al sexo y al placer mientras, sin éxito, buscaba el amor.
Joya de Oriente, haciéndose pasar por un hombre, es reclutada para servir de espía a los Japoneses y trabajar para distintos servicios secretos, hasta ser descubierta, encarcelada, juzgada por alta traición a China y ejecutada.
"¿Cómo es posible que una mujer tan bella sea también un soldado tan brillante?"
Cuando comencé a leerlo ya estaba muy interesada por la nota de la autora, y por el hecho de que estuviera basado en un hecho real, pero conforme iba leyendo y avanzado frases y letras al lado de esta Joya de Oriente, más me gustaba, mejor me caía, más la admiraba y más coincidía con su personalidad. Un espíritu indomable, una mujer valiente, luchadora, atrevida, "malvada", pasional, intuitiva, que no se detiene ante nada, una mujer que, al igual que a la autora del libro, me ha fascinado con su historia.
Siempre he pensado que todas las sociedades y épocas tienen sus propias costumbres y prejuicios, unas más que otras. Cuando te encuentras inmersa en unas determinadas, es muy difícil abstraerse de la realidad que te rodea, de los "valores" que se han encargado de inculcarte desde pequeña. Si te ha tocado nacer en una sociedad machista y discriminatoria hacia la mujer, tienes dos opciones, o bien asumes tu realidad e intentas ser "feliz" dentro de lo posible, o rebelarte. Pero es muy fácil decirlo cuando eres una persona que has conocido otros mundos, que has viajado, que has leído, que te has empapado de información y conoces las posibilidades, opciones y elecciones que la vida te ofrece.
¿Pero qué sucede si realmente lo que ves es lo que hay y nunca has conocido otro mundo?
Por eso me han intrigado las historias de estas mujeres, que supieron rebelarse a las normas de su época; tal como Joya de Oriente lo hizo, o que supieron buscar más allá en el sentido de su existencia; en el caso de Sayuri, y así ir en pos de sus sueños.
Por: Adriana Baca
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