Lo equivalente a un año de lluvia cayó en tan solo unas horas sobre Dubái y ocasionó que el segundo aeropuerto más transitado del mundo se inundara.
Los aviones se convirtieron brevemente en enormes motos de esquí que trataban de avanzar sobre el agua.
El martes cayeron casi 100 mm (4 pulgadas) de lluvia en el transcurso de 12 horas, lo que obligó a suspender las actividades en el aeropuerto.
Dubái –como el resto de los Emiratos Árabes Unidos– tiene un clima cálido y seco. Como tal, las precipitaciones son poco frecuentes y no existe la infraestructura para hacer frente a eventos extremos.
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