Adiós Mariquita linda, ya me voy porque tú ya no me quieres, como yo te quiero a tí, adiós vida de mi vida, ya me voy con el alma entristecida y ya nunca volveré... letra de una vieja canción mexicana que ya no se escucha en estos tiempos de los corridos tumbaos o de los corridos que loan a los narcos. Qué le vamos hacer.

Desde luego no vamos a escribir sobre amores idos o amores perros, ¡nooo!, se trata de dos damas andaluzas de quienes tú, lectora (or), ya han oído hablar como aficionadas (os) a la fiesta brava; España es de estirpe puramente católica y su región andaluza, no podía ser la excepción.

Pues bien, en Sevilla, donde una canción dice que puso su trono el amor, existen dos vírgenes a cual más de majas, en su advocación, una de ellas y de este lao del Guadalquivir, La Esperanza Macarena y en el otro lao del mismo rio, la otra, en su advocación de Esperanza de Triana.

Desde luego la más gitana y cascabelera, porque hasta su `paso doble tiene y conocida, es la la virgen de La Macarena, en cuya vestidura y al frente de ellas, lleva 5 mariquillas 5 de color verde, que muchos devotos (as) creen que son esmeraldas y no, son de cristal de cuarzo, si la memoria no nos es infiel.

Estas mariquillas, según crónicas de la época, fueron obsequio de un monstruo del toreo que se llamó José Gómez Ortega, mejor conocido como Joselito "Er Gallo", quien en uno de sus viajes a Paris "La Ciudad Lux", ordenó a un orfebre, la elaboración de estas joyas que ya son andaluzas y santas por ser de la virgen.

Si algún día vais a Sevilla, preguntá donde está la "La Macarena" y cuando estéis postrao ante ella, fijaos en las mariquillas, que semejan pétalos verdes, esperando de que antes de que vayáis y si er tiempo nos lo permite, escribirte sobre la Santísima Virgen de La Esperanza de Triana y de algunas vírgenes negras, de las que abundan en la península Ibérica. Vale.

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