Ciudad Juárez.- Viajando en el techo de al menos nueve vagones del tren, la tarde de este lunes arribaron a Ciudad Juárez decenas de personas migrantes, entre quienes se encontraban hombres, mujeres e infancias, quienes agradecieron a Dios estar en la frontera, debido a que su meta es llegar a los Estados Unidos (EU).

Alrededor del mediodía, viajeros que transitaban por la carretera federal 45 atestiguaron que el tren estaba detenido en el punto de revisión militar conocido como Precos, donde advirtieron la presencia de los extranjeros cuando autoridades mexicanas les indicaban que debían bajar de los vagones.

Minutos después, sin que las personas que iban a bordo descendieran, el tren continuó la marcha con la incertidumbre de que en el tramo restante de camino pudiera haber otra intervención de la Guardia Nacional o personal del Instituto Nacional de Migración (INM) que les hicieran abandonar su medio de transporte.

A escasos metros de ingresar a la mancha urbana, a la altura de la zona conocida como Granjas Polo Gamboa, las personas de origen extranjero agitaron las manos en signo de saludo al observar a la prensa, mostrando entre gritos y aplausos la alegría de haber podido continuar su camino.

“Gracias papá Dios”, exclamó una voz masculina que provenía de la parte alta de los vagones.

Una expresión auténtica de gratitud ante la larga travesía que implica el salir de sus países de origen y recorrer México caminando, buscando las opciones de bajo costo o gratuitas; además de peligrosas, como el ten. Debido a que la necesidad fue el motivo de salir de sus ciudades, por lo que costear otros medios no les es posible.

Hace poco más de 10 días, en la ciudad de Chihuahua se observó la formación de un campamento que concentraba cerca de 600 migrantes, debido a que fueron bajados del tren y no habían podido continuar su travesía con destino a Ciudad Juárez para cruzar el río Bravo y llegar a EU.

Registros periodísticos señalan que en la capital del Estado se ha reducido el número de personas en condiciones de movilidad, ya que desde la semana pasada volvieron a subir a los vagones. La población en tránsito también se ha podido observar en la cuenca del río Bravo en los límites de Juárez y El Paso, Texas, entre las llamadas puerta 36 y 40.

Mientras que mujeres, hombre, niñosy adolescentes se desplazan por las calles de la ciudad desde la zona centro donde descienden de los trenes para llegar hasta el bulevar Juan Pablo II, en sus intersecciones con Antonio J. Bermúdez y Francisco Villarreal Torres, para así llegar al cuerpo de agua, adentrarse a cruzarlo y “entregarse” a las autoridades norteamericanas.

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