De plano todos los días nos sorprende el presidente Andrés Manuel López Obrador, y no tanto por sus innovadoras ideas, sino porque le echa la culpa a sus supuestos “adversarios” de todo lo que no le gusta, o no le conviene. En la más reciente de estas situaciones. Seguramente usted se enteró de que el subsecretario de Hacienda Arturo Herrera, solicitó a la Cámara de Diputados que se restableciera el cobro de la tenencia vehicular, impuesto derogado por Felipe Calderón, mismo que dejó a los estados la libertad de seguir cobrándolo o eliminarlo, cosa que la mayoría, si no es que todas las entidades optaron por eliminarlo, incluso el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez, El Bronco, se demoró mucho en cumplir esa, que fue propuesta de su campaña independiente, pues ese impuesto que era repudiado por la gran mayoría de la población porque se suponía que era temporal, ya que se estableció para sacar el gasto de los juegos olímpicos México 68; se prolongó por tiempo indefinido, y la verdad como lo afirmó el propio subsecretario, se trataba de un gravamen extraordinariamente impopular, él agrega que por razones equivocadas, en eso tengo mis dudas, pero el funcionario agregó que por el contrario “era un impuesto extraordinariamente bueno, era fácil de cobrar, era progresivo, un auto que cuesta más pagaba más, y además tiene componentes medioambientales”, es decir, puras bondades.
Eso dijo el subsecretario de Hacienda, Arturo Herrera que pertenece al equipo de AMLO, es decir, gente de su confianza, o al menos eso quiero creer. Pero al otro día muy temprano el propio presidente dijo textualmente “No hay aumentos de impuestos ni hay impuestos nuevos, los compromisos se cumplen, digo esto porque ayer salió la noticia de que se iba a restablecer el impuesto de la tenencia; eso no es cierto eso es lo que quisieran nuestros adversarios, que nosotros incumpliéramos nuestros compromisos, se van a quedar con las ganas”, con esta declaración debemos asumir que, Arturo Herrera, subsecretario de hacienda, es su adversario y se va a quedar con las ganas de restablecer la tenencia. Pero si hasta entre su gente ve adversarios, entonces algo grave pasa en su gobierno, pues sus verdaderos adversarios o los diputados de otros partidos distintos a Morena de inmediato se opusieron a tal medida, y lo destaco porque el primer mandatario se empeña en aventar la responsabilidad de las declaraciones de sus funcionarios a sus adversarios, cuando existen decenas de videos que demuestran que no se trataba de ningún adversario, es decir no lo dijo alguien del PRI, del PAN de Movimiento Ciudadano, independiente, vamos, ni siquiera líder empresarial alguno, lo malo es que quien no escuchó al funcionario federal o que simplemente no quiera ver la realidad, tomará como verdad lo dicho por el mandatario.
Pero lo todavía más lamentable es que estos temas polarizan al país, pues quien quiere creer a pie juntillas lo que todos los días dice el presidente, se enfrenta a quien, con argumentos, demuestra cómo, el propio mandatario, desmiente a sus funcionarios, pero les cuelga el milagrito a sus adversarios, que como están las cosas parece que en este caso muy particular se los inventó y esa no es la idea…