Ángel Estrada, el cineasta detrás del lente
Foto: Net Noticias

Ciudad Juárez.- Una necesidad de trabajo, lo llevó a utilizar una cámara y después se convirtió en su pasión que, de 2002 a este 2019, lo ha llevado a realizar ocho producciones entre cine y documentales que, lo condujeron a obtener cinco premios.

Sensible, reflexivo, de mirada firme, segura y soñador desde su infancia, Ángel Estrada ha recorrido un camino difícil, a veces tortuoso como le describe él pero que, al final le ha dado grandes satisfacciones y la vida lo ha premiado con el reconocimiento internacional, con premios a su esfuerzo y con tener a sus dos grandes amores, su hijo y el cine.

Ángel, con su barba, siempre con sombrero, amable y sonriente, regalo a Revista NET una historia ejemplar, aleccionadora y motivante que muestra a dónde puede llevar un sueño, cuando lo tiene alguien con carácter firme y gran determinación y lo lleva a convertir ese sueño en realidad.

Él se describe como un artesano de la imagen y con sus producciones busca más que el reconocimiento y un premio, es que, esa producción sea algo que permita a quien la ve, reflexionar y emocionarse.

De su primera producción en 2002 con “Tierra Prometida”, a su último trabajo, “Me Llamaban King Taiger”, pasaron 16 años y este último rodaje le mereció el premio en el Santa Fe Film Festival, trabajo que fue vendido incluso a la televisión pública en México y en abril próximo será exhibido en la Cineteca Nacional.

Recordó que a la fecha ha realizado ocho producciones, dos largometrajes y seis cortometrajes, con participación al momento, en 25 festivales y en cinco de ellos logró ganar el premio, dos en México y tres premios internacionales, Confiesa Ángel que ahora la cámara, el cine es su pasión y junto con su familia, su hijo, son sus dos grandes amores.

Para lograr este diálogo, Ángel sacrifico un tiempo con su laptop, en la que seguramente ya plasmaba una siguiente historia para llevarla a la pantalla, pero ¿quién es Ángel Estrada?, cuáles han sido sus sueños y cómo ha llegado a esta posición prominente en la producción de documentales y cine, él lo relata:

Sus inicios y nacimiento de una gran pasión

“Soy un juarense que ha buscado expresar y dar su punto de vista a través de la imagen en movimiento al realizar documentales”, la pregunta y la respuesta lo llevo a recordar sus inicios, a recordar el primer documental que hizo en el año 2002 y su motivación era participar en el debate que había por la ciudad, y se identifica como un juarense amante de su ciudad con las paradojas que eso implica, “amar una ciudad como Juárez, tan complicada y a veces tan hostil, pero también tan entrañable”.

Había producciones que hablaban de los procesos que se daban en la ciudad, pero las hacía gente de fuera de la región y señala que le es importante que hubiera trabajos hechos por quienes son de esta ciudad “para dar el punto de vista de cómo vemos y sentimos a la ciudad” y ese fue el primer impulso para producir su primer documental, “Tierra Prometida” y ahí nació su pasión por el trabajo que realiza.

Sus dos grandes amores

Pero Ángel no es solo el cineasta reconocido, tiene otro rol que para él es igualmente de gran importancia, ser jefe de familia pero sobre todo el de ser padre de un varoncito y confiesa que durante todos estos años que ha estado realizando documentales, él lo ha estado acompañando de alguna u otra forma porque siempre ha tenido que combinar las dos actividades, la de cineasta y la de padre de familia.

Señala que esas han sido sus dos actividades principales y más importantes en su vida, por un lado ser padre y criar un hijo y por el otro, hacer películas y relata que a veces pareciera que todo está en contra para hacer películas y la familia podría a veces desincentivar “porque hacer cine es muy demandante porque reclama atención y tiempo al cien por ciento”.

Reconoce sin embargo que muchas veces, la familia es la que impulsa, hace salir de situaciones o momentos críticos, sobre todo en lo interno, en lo personal y la familia es la que impulsa a lograr lo que uno ni se imagina y “es cuando uno conoce la felicidad”

Acepta Ángel que el cine y su familia, su hijo, son, han sido y serán siempre sus dos grandes amores y hace referencia que una persona siempre necesita como impulsos vitales, “esos que lo hace a uno levantarse y tratar de reinventarse cada día, de tener sueños, de imaginar la vida posible y esos impulsos vitales para mí, han sido estos dos aspectos, el cine y mi familia”, sus dos grandes amores.

Sueño, nada que ver con el cine

El cineasta recordó sus sueños de infancia y adolescente que, nada tenían que ver con documentales y películas, pero su sueño de antaño muestra su temperamento, hambre de crecer y progresar, de ser alguien en la vaída y recuerda aquellos años cuando vivía con sus padres en una colonia popular cercana a La Chaveña… “vivíamos con carencias económicas y en esos años de niño, mi sueño era salir de ese medio, porque ahí parecía percibía el ambiente como conformista y sin aspiraciones y soñaba con tener una vida distinta porque parecía que ese espacio lo condenaba a uno a un círculo vicioso que se repetiría infinitamente, dejar los estudios, casarse, trabajar y seguir viviendo así y mi sueño, era tener una vida distinta a esa” y lo hizo realidad.

Reveló Ángel que su carrera como productor dio inicio por la necesidad de trabajar y no por la de expresarse pero confiesa que después todo cambió y las producciones son ahora por la necesidad de expresarse: “La cámara me da la voz para hablar de los temas que me interesan, de lo que siento y pienso”.

Primer documental

Con ese espíritu nació su primer documental en 2002, “Tierra Prometida” y refiere que para lograrlo enfrentó múltiples adversidades, como el costo y que en Juárez no había quien apoyara, quien financiara y veían esos proyectos como irrealizables y se le abrió un mundo distinto.

Recuerda que él hacía de todo para lograr la producción y confesó que esa primera obra representó angustia y sufrimientos e incluso llegó a pensar en parar y botarlo todo, lo define como un proceso tortuoso y caótico pero al final pudo terminar y todo se iluminó, su obra ganó un premio en festival y fue en ese momento cuando nació en él la pasión por el cine.

Relata Ángel que al escribir y producir una historia para un documental, vive una sensación de que está tomando algo que no le pertenece, que está tomando la memoria y las emociones de alguien y ese alguien que se las cede, “Eso es una gran responsabilidad y por ello es imperante que lo que se hace con esa producción, sea algo que permita a quien lo vea, reflexionar y emocionarse”, dijo Ángel.

Último documental, premiado en Estados Unidos

“Me Llamaban King Tiger”, es el título de su último documental, rodado en los Estados Unidos y dedicado a un personaje de aquel país que está perdido en la historia pero que fue un activista con muchas facetas, Ángel logró la producción del documental que presentó en el Santa Fe Film Festival, que ganó y por el que recibió el premio el 15 de febrero pasado.

Con relación a esa obra, informó que ha tenido éxito y se ha visto en muchas salas en Estados Unidos y en México, incluso está vendida para la televisión pública y en abril será presentada en la Cineteca Nacional y ahora luce el premio que le otorgaron en Santa Fe por esa obra.

¿Que representa para ti recibir estos premios?, lo cuestionamos…

Su respuesta, después de pensarlo unos segundos fue que se trata de objetos que lo llevan a reflexionar, “se concentra en ese objeto, todo lo que pasó y que a veces uno no lo ve en su momento y no se detiene uno para hacer esa evaluación, pero al tener el objeto, reflexionamos y nos enseña lo complicado que fue, me recuerda todos los obstáculos que se enfrentaron y superaron”.

Dijo que este último premio en particular, le hace recordar momentos muy difíciles, porque cuando rodaban esa producción y apenas viajaba a Los Ángeles, le informaron el fallecimiento de su madre, regresó a Juárez y asegura que un premio lo lleva a hacer como un recuento y es un buen momento para hacer una reflexión y evaluación de todo ese proceso y lo que vivió.

Al hablar sobre la vida, Ángel expresó: “La felicidad es como una utopía, hay momentos de felicidad pero no es permanente; esa idea de felicidad se va alejando y lo hace a uno avanzar en una búsqueda… me parece que si uno llegara a ese punto de sentirse totalmente feliz, uno se inmovilizaría.”

“Creo que en la vida siempre hay estos momentos de infelicidad, pero si, tengo muchas cosas en la vida que me hacen feliz, tengo a mi familia y el cine pero hay muchas cosas que me hacen infeliz, cosas que veo, que conozco o que suceden, trabajar en ello es lo que me da felicidad y por eso, el cine es uno de mis dos grandes amores.

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