Cuauhtémoc.- La escenografía tiene utensilios, que no son para guisar, sino para saber desafiar el problema del amor equivocado, de una vida llena de ilusiones y un futuro ilusorio golpeado con la realidad de hombres agresivos y con el miedo de que un día terminen muertas por la violencia.

Tres mujeres que preparan su vida con planes a futuro, guisan su destino, sazonan su infortunio y devoran el amargo sabor de los problemas cocinados para poder sobrellevar su existencia; es como se describe la obra teatral de Víctor Hugo Rascón Banda “Sazón de Mujer”, que fue presentada en el Teatro de Cámara del Centro Cultural San Antonio.

El evento forma parte de la cartelera que ofrece en el mes de marzo el Instituto Municipal de Cultura, la cual mantuvo al filo de la butaca a los espectadores que escuchaban la lectura dramatizada escenificada por tres mujeres: María como menonita, Consuelo Armenta como maestra rural de la Sierra, y Amanda que es una mujer que, por azares del destino, se convierte en tarahumara.

“Sazón de mujer” muestra cómo la comida es un pretexto para desviar el tema de las vidas de estas mujeres y sus conflictos.

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