El que a dos amos sirve, con alguno queda mal, así reza un refrán mexicano, es decir, que quien tiene, por ejemplo, dos trabajos en algún momento va a fallar, precisamente por esa doble responsabilidad, sin embargo esto no necesariamente es cierto, pues si se organiza muy bien el tiempo, todo puede marchar perfectamente y cumplir en ambas partes, lo malo es cuando se adquieren compromisos que se contraponen, en esos casos, si se incrementa la posibilidad de errores.

Pero también están otras situaciones en las que la gente dentro de una organización no tiene claro quién es el que manda, dado que existen empresas, que tienen muchos jefes, o al menos mucha gente se siente con ese poder aunque no lo tenga y eso confunde a los empleados, que son los menos responsables de tal situación, por lo mismo, los equipos de trabajo deben tener muy claro quién es su jefe inmediato a quien deben dar cuenta de su labor; para, de esa forma también recibir asesoría en caso de ser necesario. También se hace necesario saber la jerarquía dentro de toda organización, dado que, en los casos de los jefes directos no hay duda de a quien se deben entregar cuentas, pero si por un lado el jefe directo gira una orden pero el gerente, que por lo mismo es superior jerárquicamente, gira otra, los subalternos, pueden, o confundirse y no saber qué hacer, o de plano seguir la instrucción del gerente por su superioridad en el organigrama; al final de cuentas organigrama mata todo, dice otra frase también muy socorrida.

Todo lo anterior se lo comento porque en el tema de la Guardia Nacional, que se discutió en la Cámara de Diputados, los legisladores de la oposición, es decir, todos los demás que no son afines a Morena, han insistido en la necesidad de que este cuerpo que esta por crearse, tenga mando civil y no militar, pues si ya de por si sus integrantes tendrán formación castrense, con un mando militar, la militarización del país, será inminente, pese a que lo nieguen, desde López Obrador, actual presidente de la república, hasta todos sus funcionarios, diputados y senadores.

Y es que cuando AMLO fue oposición y sobre todo en campaña, una de sus propuestas más fuertes y que repitió consistentemente, fue el regreso de los militares a sus cuarteles, cosa que ahora no lo va a cumplir, incluso va a llevar la estrategia, que la gran mayoría denominó, fallida, de parte del ex presidente Felipe Calderón de sacar a las calles al ejército para combatir al narcotráfico, a todo el país; bueno a la ciudad de México no, pues la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum, ya ha dicho en reiteradas ocasiones que no quiere que la Guardia Nacional entre a la capital del país, pues con las policías que tiene puede bajar los altos niveles de inseguridad que padecen los capitalinos, situación que confunde, pues por un lado apoya la creación de este cuerpo de seguridad, pero por otro lado no lo quiere en su ciudad.

Y precisamente atendiendo ese reclamo, el presidente, tomó la determinación de que se tenga un mando civil y un militar en la Guardia Nacional, y dijo que en lo relacionado a la administración, la responsable será la Secretaria de Seguridad Pública Federal, pero en todo lo relacionado a la operación de la corporación, será un militar quien este como responsable, y eso no deja nada clara la forma en que va a trabajar esta corporación, pues seguramente los oficiales con formación militar verán como su líder natural al militar, mientras que al civil, muy probablemente ni le hagan caso y hasta pudieran juzgarlo como falto de conocimiento, como en ocasiones ocurre cuando no se coincide en la preparación entre los líderes y sus subalternos.

Así que parece que López Obrador, nada más está dando la fachada de que tomó en cuenta las preocupaciones de los legisladores de oposición para que posiblemente sientan mayor simpatía por la nueva agrupación y la autoricen sin tanto problema, pero eso no lo sabremos hasta que se tenga una decisión tomada, ya que por lo pronto ayer se aprobó en lo particular y turnado al Senado para su análisis; mientras tanto estamos frente a lo que parece ser la militarización de todo el país pues en algunos estados y municipios de México, el ejército no hacia labores de policía, pero con la nueva Guardia Nacional, la milicia, entrará en todo México, con excepción de la capital, claro, y esa no es la idea…

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