México.- El programa Jóvenes Construyendo el Futuro es muy oportuno para que ese sector adquiera experiencia y mantenga contacto con la economía formal, expresó Mónica Flores, presidenta de ManpowerGroup México y Latinoamérica.
Consideró positivo que el Gobierno Federal ponga la vista sobre los jóvenes, porque no hay manera de solucionar un problema social si no se da a ese grupo una alternativa de vida.
En entrevista, manifestó que la iniciativa que impulsa la Secretaría del Trabajo y Previsión Social tiene un doble efecto; la principal razón por la que los jóvenes no son contratados es falta de experiencia y en segundo lugar de habilidades que demanda una empresa, comercio o industria.
Con este programa, expuso, se dará oportunidad a que aprendan lo que se ha demandado, ya sea para que sean contratados por la propia empresa o busquen trabajo en otra organización o se autoempleen.
Pero lo más importante, indicó, es que se dan herramientas que serán útiles para integrarse al mundo del trabajo y esto será una válvula de escape para la presión social que se vive.
Alertó que cuando se tienen millones de personas que no estudian ni trabajan, tampoco un ingreso, lo más probable es que se vayan, en el mejor de los casos, a la informalidad, y otra probabilidad es la delincuencia o el narcotráfico, que están ávidos de hacer más daño y es un caldo de cultivo que se debe evitar.
Tener un bono demográfico, cosa que en otros países no hay, es una enorme ventaja, ya que si se suma la ubicación geográfica que tiene México, su cultura, recursos naturales, jóvenes capacitados y talento, pues sería una nación muy atractiva para la inversión extranjera.
Sostuvo que la responsabilidad de la difusión de este programa no sólo es de las empresas, tienen que intervenir tanto el Gobierno Federal como los locales para que la información llegue a esos grupos.
Consideró que es un número muy ambicioso llegar a 2.3 millones de jóvenes, pero necesario. Sería el programa de este tipo más ambicioso a nivel global y se esperaría que con el tiempo se llegue a una cifra cercana al objetivo.
Uno de los riesgos para que esto no funcionara, alertó, es que los jóvenes no se inscriban.
“Las empresas ya firmaron un acuerdo y van a apoyarlo, porque vemos que hay ventajas en este programa. Tenemos que ir a buscarlos con mecanismos distintos, no sólo de difusión sino de convencimiento; a ellos y a los padres de familia también, porque a esa edad, en los muy jóvenes menores de 25, todavía el entorno familiar incide mucho en sus decisiones”, sostuvo.
Mencionó que el universo es muy amplio, pero eso da más posibilidad de que llegue a la meta que se ha establecido porque el rango de edad es mayor.
Algunos de esos grupos, agregó, quizá los más cercanos entre 25 y 29 años, ya tuvieron la oportunidad de trabajar y de pronto perdieron la oportunidad y no han encontrado otro empleo.
