A partir de hoy inicia la cuarta transformación, al menos eso es lo que afirma el presidente Andrés Manuel López Obrador, mismo que en la práctica comenzó a tomar decisiones desde el 2 de julio, pues de inmediato se puso a trabajar y a recorrer el país, ademas de que los legisladores emanados de su partido Morena, ya han impulsado y aprobado iniciativas que tienen que ver con las propuestas que anunció cuando fue candidato, algunas de las cuales son; que nadie tenga un sueldo más alto que el presidente, la eliminación de las pensiones a presidentes, detener la construcción del aeropuerto de México (NAIM), y en el caso de la frontera; la reducción del IVA del 16 al 8%, la también reducción del Impuesto Sobre la Renta (ISR) al 20%, la creación de una zona franca y el incremento del salario mínimo al doble.
Por supuesto que no podemos esperar que en un lapso muy breve pueda cumplir todo lo que prometió; como la propuesta para eliminar el fuero constitucional, la cual parece que ya se atoró, por lo que se antoja difícil que esa promesa salga adelante, junto con otras que se ven complicadas.
López Obrador es el presidente mexicano número 65 y nadie discute lo contundente de su triunfo, pues alrededor de 30 millones de ciudadanos votaron por él, por lo mismo su legitimidad no está a discusión, mientras que la expectativa que el mismo provocó es más alta que la que tuvo en su momento el ex presidente panista Vicente Fox Quesada.
Sin embargo y pese a que a partir de que tome el mando de la nación podrá decidir lo que considere necesario, las consultas ciudadanas parece que serán el distintivo de su mandato, ello pese a los cuestionamientos de que han sido objeto las mismas, ya que no se apegaron a las reglas establecidas por ley, mientras que los resultados han sido lo que ya el propio AMLO había resuelto; en este tema la consulta más cuestionada fue en la que se consultaron 10 programas y en la que se preguntaba a la población sobre la construcción del Tren Maya, pues ya se tiene fecha de arranque de la obra que se establece para el próximo 16 de diciembre, lo que provoco un sinnúmero de críticas, pues la consideraban una simulación.
Otro tema lo representa la Guardia Nacional misma que estará integrada por militares, tanto del Ejército como de la Marina, nada más que con la denominación de “policía”, pero que al final de cuentas traen formación militar, medida que no tiene muy contentos, sobre todo, a quienes ya vivimos la incursión de las fuerzas armadas en la vigilancia de las ciudades.
Pese a que se trata de la cuarta transformación, personajes que no esperaríamos ver en el escenario político como los viejos liderazgos sindicales, parece que ocurrirá todo lo contrario, pues se observa muy próximo que la ex lideresa del SNTE, Elba Esther Gordillo, regrese a la titularidad del sindicato de maestros. El autoexiliado Napoleón Gómez Urrutia, líder de los trabajadores mineros regresó con tal fuerza que es legislador federal, mientras que Carlos Romero Deschamp, sigue firme, incluso continuará al frente del sindicato petrolero, pues ya fue reelecto, así que en este tema no hay tal transformación.
Y los medios de comunicación no estamos fuera de la mira de López Obrador, pues, ya ha tachado de medios “fifís” a los que han sido críticos a su decir y proceder.
Andrés Manuel López Obrador, será el presidente que no utilizará el avión presidencial sino vuelos comerciales; el presidente que no vivirá en Los Pinos; el presidente que se transportará en vehículos sencillos, el presidente que carece de Estado Mayor Presidencial para su custodia; el presidente que se someterá a la revocación de mandato. En resumen son evidentes las diferencias con mandatarios anteriores.
Por supuesto que como mexicanos estamos esperando que le vaya muy bien al nuevo presidente Andrés Manuel López Obrador, pues eso se reflejará en un mejor futuro para nuestro país, pero como observadores y analistas no podemos simplemente mantenernos al margen de las decisiones y acciones que se tomen, ya que como se menciona, esas decisiones nos afectan a todos, pero ademas porque en la medida en que nos involucremos cada quien desde su ámbito de influencia es que podremos avanzar, de otra forma no existirá transformación alguna.