México.- El futuro de México son los jóvenes, por lo que aprovechar el bono demográfico de una población compuesta en su mayoría por este sector e impulsar su potencial es vital para el crecimiento y mejora económica del país, aseguró el CEO de la Fundación Mundo Joven, Jordi Llorens.
Así lo dio a conocer en el marco de la entrega de reconocimientos que hizo la fundación a cinco voluntarios mexicanos universitarios por su labor altruista y que conforman la segunda generación de agentes de cambio, como beneficiarios del Programa de Fomento Educativo en el Extranjero al realizar estudios en Canadá.
En entrevista, Llorens expuso que si bien en México hay buenas iniciativas para apoyar el potencial de los jóvenes, es necesaria una política pública federal unificada dirigida a transformar la vida de este sector de la población.
“Además falta dar visibilidad a los programas del gobierno que ya existen lo que impide que los jóvenes se enteren”, consideró al tiempo que señaló que se mantiene la expectativa respecto a las promesas del próximo gobierno federal en torno al apoyo a los jóvenes.
Jordi Llorens explicó que cualquier persona puede acceder a los programas que ofrece la Fundación Mundo Joven y precisó que, como en el caso de la segunda generación de universitarias beneficiarias, el principal requisito es contar con amplio potencial de crecimiento personal y profesional.
En este caso, las jóvenes universitarias originarias de diversos estados de la República, Brenda Ruiz, Diana Alvarado, Gloria Pérez y Anel Santos fueron seleccionadas por Mundo Joven al presentar un proyecto social con alto impacto en su comunidad.
“Se buscan jóvenes con alto potencial para convertirse en agentes de cambio, a través de sus proyectos e intereses profesionales. Entonces si bien cumplimos su sueño de viajar, lo hacemos con causa. Ese es nuestro brazo educativo”, explicó.
Esta selección les permitió viajar a Toronto, Canadá, en donde permanecieron por cuatro semanas donde asistieron becadas a clases de inglés en universidades de esa nación y además tuvieron actividades sociales y culturales “que cambiaron nuestras vidas”, coincidieron las premiadas.
A su regreso, las jóvenes deberán continuar con el desarrollo de su proyecto, el cual podría ser financiado por la propia fundación, si así lo solicitan.
