Ciudad Juárez.- Impulsar la paz para muchos podría no ser la gran cosa, sin embargo, para personas como Nohemí Almada Mireles es más que una actividad cotidiana, es una verdadera forma de vida, lo cual le ha valido ser reconocida por el Departamento de Estado de Estados Unidos como una de las mujeres líderes en Latinoamérica.

Nohemí le ha abierto sus puertas a RevistaNet para platicar acerca de su historia y retos a vencer a lo largo de estos años en una frontera complicada como lo es Juárez, una comunidad golpeada por sus altos índices de violencia y clima de inseguridad.

Nuestra entrevistada es directora general de Crecimiento Humano y Educación para la Paz A.C., organización creada en 2005 como una alternativa a la situación de violencia por la que atravesaba nuestra ciudad, problema que se agravó durante el periodo de 2008 al 2011; dicha organización surge de la inquietud de varias personas desde académicos y hasta sacerdotes.

En 2010, la asociación civil celebró un convenio con el Instituto Teresa de Ávila, quien entrega en comodato un edificio que operaba como secundaria y desde entonces, se aperturó el centro de atención a familias que habían atravesado una situación de violencia con la oportunidad de trabajar el duelo, y posteriormente abrir la atención a la ciudadanía en general.

Fue hasta el 2011, que Nohemí se incorporó a C-HEPAZ, con la intención de impulsar un Centro de Mediación y Resolución Pacífica de Conflictos, un tema que, nos comparte, siempre le ha apasionado.

Revista Net (RN): ¿Cómo iniciaste en esta actividad de promover la paz?

Nohemí Almada (NA): “Yo soy abogada por la UACJ, muchos años trabajé en defensa de los derechos humanos en Juárez; fuí asesora jurídica de la Comisión de Solidaridad y Defensa de los Derechos Humanos, creadora de un centro CEDAC, después hice una maestría en la UNAM en Derecho Constitucional y estuve siete años en el Distrito Federal, de ahí me invitaron a trabajar en el gobierno como directora de adquisiciones en el Gobierno del DF”

Almada Mireles recuerda su regreso a esta ciudad en el ya lejano 2002, para después incorporarse a un despacho jurídico, y en el 2003 participar en la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, bajo la supervisión de Guadalupe Morfín y posteriormente ser directora de Atención a Víctimas, directora general adjunta y finalmente encargada de despacho, espacio donde colaboró hasta 2011.

“En C-HEPAZ presentamos un proyecto auspiciado por la SEGOB para promover la mediación como mecanismo alternativo a los litigios; aún en aquellos casos en donde hay mucho enojo, heridas profundas, aún en estos casos, estos mecanismos alternativos son una solución. En 2013 USAID nos aprobó un proyecto bianual para la resolución pacífica de conflictos en colonias vulnerables; empezamos en Riberas del Bravo y seguimos trabajando en esta colonia, iniciamos talleres en escuelas primarias con niñas y niños de 10 a 13 años para que conozcan sus propias emociones y cómo expresarlas sin causar daño”.

RN: ¿Qué es lo que te motiva?

NA: “Yo creo son varias cosas, la principal es la formación familiar, mis papás toda su vida han estado comprometidos con la sociedad juarense y con todo el país, desde el pastoral social elaboraron unos manuales para preparar a los nuevos matrimonios, cómo ser mejores padres, lo hacían gratis en colonias de alta vulnerabilidad y después fundaron una asociación de servicios educativos de promoción y asesoría familiar (...) como que tenemos tatuado ese lema de -Si no vivimos para servir, no servimos para vivir-”.

La abogada comparte ser de familia grande, integrante de un núcleo de once hijos, en donde asegura que la educación siempre fue primero, sin embargo, enfocado en todo momento al servicio por la comunidad.

Otra de las grandes motivaciones de Nohemí fue la muerte de su hijo mayor en 2011, es en este tema, donde nuestra entrevistada duda en platicar la dura experiencia del duelo, ha tocado un punto sensible que, al recordar, sus ojos se llenan de lágrimas y nos pide un momento para continuar con la entrevista.

“En C-HEPAZ trabajé en el comodato del Teresa de Ávila, conocía al equipo y después de que pasa lo de mi hijo me incorporé a algunos talleres y supe la diferencia de tener a alguien que te acompañe en el proceso y en ese año nuestra ciudad vivió una situación de violencia extrema”.

RN: ¿Cómo se da esta oportunidad del reconocimiento como una líder en la promoción de la paz y la seguridad?

NA: “El Departamento de Estado (Estados Unidos) tiene varios trabajos donde invita a personas reconocidas de su comunidad y este año fue la primera convocatoria que lanza para mujeres líderes que promueven la paz y la seguridad en sus países. Nosotros hemos impulsado en colonias vulnerables la capacitación en la resolución pacífica de conflictos y también la posibilidad de que a través de las mediaciones en las familias o comunidad, logren resolver sus problemas para generar un diálogo que puede servir de puente de comunicación, más cuando esa comunicación está rota o hay enojo entre las partes”.

Almada Mireles nos platica que el Departamento de Estado financió un proyecto a C-HEPAZ para trabajar dicho programa de resolución de conflictos en colonias vulnerables, luego de que la asociación participó en la convocatoria; dicho plan de trabajo contemplaba tratar la conciliación con personas que acuden a la Fiscalía por delitos no graves y poder aplicar este modelo, y desde hace un par semanas concluyeron con la resolución de 50 procesos.

“Realmente la invitación del Consulado fue a partir del proyecto que tuvimos en 2016, donde capacitamos a más de 1000 niños y niñas y alrededor de 300 adultos en procesos de mediación y en el cierre en Riberas del Bravo también impulsamos un proyecto de nuevas masculinidades para que hombres jóvenes reflexionen sobre los roles que están vinculados a la masculinidad, donde se promueva la equidad y el respeto entre los géneros. Promovimos estos talleres con apoyo del Departamento de Estado y otras organizaciones; el Consulado conoció nuestro trabajo y unas semanas después me dijeron que querían proponerme para esta reunión especial en Washington”.

RN: ¿Tenías expectativas de ganar dicho reconocimiento?

NA: “Ellos (Consulado) no sabían si iba a quedar o no, pero ellos querían proponerme por la forma en cómo se disminuyó la violencia en estas colonias luego de revisar las cientos de propuestas en el Departamento de Estado. Determinan los acreedores de las distinciones y salí beneficiada y recibí la invitación especial de la embajada”.

En total 21 mujeres de Latinoamérica fueron las reconocidas en este evento; de ese total, tres eran originarias de México, entre ellas Nohemí. Además, 67 mujeres más del resto de los continentes también recibieron la distinción por su trabajo como periodistas, abogadas o directoras de organizaciones no gubernamentales en el impulso a la paz.

RN: ¿Qué sigue para Nohemí?

NA: “Este tema me apasiona, estoy estudiando el doctorado, es un tema que en lo personal creo que son mecanismos que funcionan por que lo he visto. La gente se puede reencontrar y sacar lo mejor de ti, queremos continuar en las comunidades para ofrecer los servicios, en la institución hay un gran equipo, no lo hago sola, es un equipo que tenemos la misma inquietud y tenemos nuestros momentos para reforzar compromisos. Todo el mundo nos ha dicho que con nosotros se respira un clima cálido y así lo siento yo, tenemos muchos planes”.

Se acaban los minutos de la conversación con Nohemí, por lo que agradecemos a nuestra entrevistada por el tiempo dedicado a RevistaNet, no sin antes hacerle una última pregunta.

RN: Ante el clima de inseguridad que aún se vive en la ciudad, ¿cuál es tu recomendación a la ciudadanía?

NA: “Pienso que hay que conservar la esperanza, nuestra ciudad ha sido muy golpeada por la violencia en todas las colonias y tenemos que empezar a revertirlo, hoy vemos muchos casos de niños violentados, pero no podemos quedarnos con ese lado oscuro, sino que tenemos que seguir fortaleciendo los vínculos para generar una diferencia”.

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