Juchitán.- El más alto funcionario de seguridad de México pareció insinuar que las dos caravanas de migrantes que avanzan por territorio mexicano forman parte de una conspiración relacionada con las elecciones de Estados Unidos del 6 de noviembre.
El secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete, dijo que “en este momento, en que hay un debate electoral en el país donde pretenden ingresar, no es gratuito, no es una casualidad, es una causalidad”.
Los activistas de la caravana han negado que haya motivación política tras su organización.
Navarrete dijo en conferencia de prensa el miércoles que “aquí estamos hablando de una crisis humanitaria, de falta de empleo, de falta de oportunidades y de utilización por intereses diversos de lo que es una población vulnerable como son los migrantes”.
No especificó quiénes eran esos terceros, pero agregó que “había informado que había infiltrados en la caravana dedicados a actividades delincuentes... hemos detenido ya a algunos”.
Parece que el comentario fue en referencia a dos hondureños detenidos y deportados el lunes, uno acusado de homicidio y otro de narcotráfico.
9:00 a.m.
Las quejas del presidente Donald Trump de que México no está ayudando a detener una caravana de migrantes centroamericanos están siendo refutadas por su propia vocera.
Trump tuiteó el miércoles que soldados mexicanos “no pueden o no quieren” detener a la caravana de migrantes centroamericanos que se está abriendo paso por México con el objetivo de llegar a la frontera estadounidense.
Pero la secretaria de prensa de la Casa Blanca Sarah Huckabee Sanders dijo al canal Fox News el mismo día que "México está ayudando de una manera sin precedente”.
Trump repetidamente ha exagerado el tamaño de la caravana y la amenaza que presenta a Estados Unidos. Los migrantes están a unos 1,440 kilómetros de la frontera.
El gobierno mexicano ha mostrado cierta ambivalencia en el caso de la caravana: por un lado no quiere tener problemas con Trump, pero los mismos mexicanos han sido objeto de abusos como migrantes.
