Ciudad Juárez.- Ameyalli, de 17 años y estudiante de la preparatoria Cbtis #269 en la carrera de Soporte y mantenimiento de equipo de cómputo, recibió el Premio MAASS 2018, en el pasado mes de agosto, por su labor altruista al ofrecer talleres gratuitos a niñas, niños y adolescentes.

El 17 de octubre, Ameyalli González, quien imparte clases de programación y robótica y con el grupo MECH robotix, talleres de electrónica y aprendizaje de programación en el Centro Comunitario del Parque Central, fue reconocida una vez más y puso en alto el nombre de Chihuahua, de Ciudad Juárez, a nivel nacional al ganar el primer lugar en la categoría juvenil en la competencia Ideas hechas en México con el proyecto “Silla robótica de Centros Comunitarios de Ciudad Juárez”, de MECH Robotix, en la capital del país.

Ameyalli, de 17 años y estudiante de la preparatoria Cbtis #269 en la carrera de Soporte y mantenimiento de equipo de cómputo, recibió el Premio MAASS 2018, en el pasado mes de agosto, por su labor altruista al ofrecer talleres gratuitos de esta rama de la ingeniería mecatrónica a niñas, niños y adolescentes.

El premio, entregado por el Gobierno Municipal, a través del Instituto Municipal de la Juventud y la Comisión de la Juventud, era apenas un incentivo a su trabajo en la socialización de un conocimiento que debería ser para todos, sobre todo, explicó, mujeres.

Pero su trabajo no se reconoce por una temprana madurez en la robótica, Ameyalli junto con otros adolescentes, niños, adolescentes, y 16 niñas más de la Casa Hogar de Amor y Superación A.C., trabajan arduamente de la mano de su tallerista, Roberto Campolla, director de MECH Robotix y tallerista del Centro Comunitario del Parque Central, desde hace más de dos años.

“Este es un proyecto familiar que empezó hace dos años con la construcción de un robot que mi hijo presentó en unas convocatorias; ganó y ahí empezó la idea en la que queríamos hacer una academia de robótica donde no se cobrara”, comentó Roberto Campolla, ingeniero industrial y de automatización.

Roberto explicó que la elaboración de un robot es cara, y en otros talleres las niñas, niños y adolescentes trabajan solamente en el taller y el robot se queda ahí. Por lo que en MESH Robotix empezaron a elaborar robots con materiales reciclados de lo que se denomina como basura tecnológica lo que les ha permitido aprender, reconstruir y elaborar prototipos.

“La curiosidad nata de un niño o niña es ver cómo funcionan las cosas y cómo se pueden mejorar o reparar. Si no se reparan ellos hacen algo nuevo”, agregó.

En el caso del proyecto “Silla robótica de Centros Comunitarios de Ciudad Juárez”, Campolla explicó que Ameyalli trabajó este prototipo con una silla común y corriente para convertirla en una silla de ruedas con un costo total de mil 500 pesos.

“Este bajo costo significa una ventaja para cualquier persona que tiene una discapacidad móvil. Se mueve con una aplicación, en el celular, que también se realizó en el taller de MESH robotix”, agregó Campolla.

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